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Reportaje:

Tarragona vuelve a ser la Tarraco romana durante un fin de semana

Más de 50.000 personas se vuelcan en los espectáculos de las jornadas de divulgación y recreación histórica

Sin haber cerrado el recuento de visitantes, más de 50.000 personas habrán pasado este fin de semana por los espectáculos y espacios de Tarraco Viva, unas jornadas de divulgación y recreación histórica que han devuelto Tarragona a su pasado romano.

Gladiadores en el anfiteatro, gastronomía elaborada con recetas de más de 2.000 años de antigüedad y la puesta en escena de la comedia El anfitrión, de Plauto, con las máscaras y la vestimenta originales, son sólo algunas de las actividades que se han podido ver desde el viernes en la ciudad. El coordinador de unas jornadas que con la de este año llegan ya a la sexta edición, Magí Seritjol, aseguraba ayer que "se ha consolidado un proyecto único en España de divulgación científica, sin caer en mercados o fiestas".

Tarraco Viva, que empezó con una docena de actos en 1998, cuenta en la actualidad con 150 representaciones de escenas de la vida cotidiana de patricios y esclavos. Pese a la lluvia de ayer, que deslució la tarde, la organización se mostró muy satisfecha por la afluencia de público y ya piensa en ampliar Tarraco Viva a más espacios del conjunto histórico de Tarragona, declarado patrimonio de la humanidad por la Unesco, como bien podría ser el Pont del Diable, en proceso de restauración y con un entorno visitable.

Para las representaciones, la organización se nutre de compañías especializadas en estos eventos integradas por actores, pero en ocasiones por arqueólogos o científicos en activo que divulgan de este modo su trabajo. "Tenemos que recurrir al extranjero, porque en España no se prodigan estos grupos", señala Seritjol. Un entierro paleocristiano, el fastuoso desfile de un general victorioso y los juegos del circo son algunas de las representaciones más espectaculares, que probablemente se repetirán el próximo año.

Paralelamente a Tarraco Viva, una asociación de restauradores de la ciudad organiza también Tarraco a Taula, una colección de recetas culinarias rescatadas de las excavaciones romanas. En definitiva, estas jornadas de recreación histórica representan la mejor promoción de un patrimonio de la humanidad que en Tarragona aún no ha tenido el empuje turístico de otras ciudades también distinguidas por la Unesco, como Salamanca.

Las jornadas de Tarraco Viva se complementan en el poblado ibero de Calafell, donde un grupo de recreación histórica ha representado el entierro de un jefe.

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