16 muertos y 50 rehenes en tres atentados terroristas de Al Qaeda en Arabia Saudí

Un grupo de hombres armados supuestamente vinculado a Al Qaeda mató ayer a al menos 16 personas, entre extranjeros y saudíes, en tres ataques en la ciudad de Jobar, en una región productora de petróleo del este de Arabia Saudí. Los atacantes abrieron fuego ante oficinas de compañías extranjeras y se hicieron fuertes después en una urbanización de lujo, donde al parecer tomaron 50 rehenes. Las víctimas mortales eran un norteamericano, un británico, un sueco, un egipcio, un indio, un paquistaní y dos filipinos, junto con dos civiles saudíes y varios miembros de las fuerzas de seguridad.

Las fuerzas de seguridad saudíes intentaban controlar anoche la situación en el complejo residencial de lujo Oasis. Un oficial saudí de alta graduación resultó herido, según fuentes policiales, y la mayor parte de los civiles de la zona fueron evacuados antes de que se acordonara el recinto. Tres occidentales lograron escapar después de saltar una valla.

"Hay 50 rehenes extranjeros. Hay norteamericanos, muchos italianos y varios árabes cristianos", aseguró un responsable de la urbanización a la agencia Reuters. "Las ambulancias entran y salen del complejo residencial, donde hemos escuchado disparos de bala", explicaba otro testigo de los hechos. Un agente de policía dijo que los secuestradores estaban utilizando a los rehenes como escudos humanos.

Un funcionario de la Embajada de Estados Unidos en Riad dijo que podía confirmar "la muerte de al menos un norteamericano", aunque reconoció que podría haber más víctimas de esa nacionalidad en el tercer ataque contra extranjeros que se registra en Arabia Saudí en menos de un mes. Un empleado del complejo Oasis aseguró a la agencia France Presse que entre las víctimas mortales se encontraba un sueco que trabajaba como cocinero.

En un comunicado atribuido a Al Qaeda publicado ayer en una página de Internet islamista, la organización de Osama bin Laden se responsabilizaba de los ataques y amenazaba con desestabilizar al régimen saudí por su colaboración con Estados Unidos.

La cadena de televisión Al Arabiya emitió imágenes que mostraban a un hombre vestido a la occidental que yacía muerto en un vehículo, aparentemente después de haber recibido un disparo. La emisora árabe también mostró imágenes de un coche quemado y de otro vehículo con manchas de sangre.

Los atacantes abrieron primero fuego ante el edificio del Centro del Petróleo Al Jobar, donde se encuentran las oficinas de las compañías occidentales, antes de irrumpir en varios complejos residenciales para extranjeros y centros de oficinas de servicios para las compañías extranjeras. Los miembros del grupo armado llevaban uniformes militares y conducían al menos dos vehículos que portaban también escudos militares, según informaron fuentes de los servicios de seguridad saudíes.

Uno de los ataques se registró en el complejo de viviendas Apicorp, donde un niño egipcio murió a tiros cuando un autobús escolar fue ametrallado. En la urbanización residencial cerrada Oasis, que también fue atacada, fueron capturadas varias personas y tomadas como rehenes. Entre los secuestrados figuraba un grupo de cinco libaneses, que fueron liberados poco más tarde, según confirmó el Gobierno de Beirut.

En los complejos residenciales cerrados atacados ayer viven ejecutivos y empleados de compañías petroleras y grandes empresas internacionales. "Se trata de un ataque que tiene como objetivo el sector del petróleo", aseguró un alto cargo de una empresa occidental en Riad.

Los atentados de ayer se producen dos días después de que el principal cabecilla de Al Qaeda en Arabia Saudí, Abdulaziz al Mugrin, diera la orden de lanzar una guerra de guerrillas urbanas en el país para derrocar a la familia real.

Los mercados petroleros internacionales temen que los sucesivos ataques contra las instalaciones e intereses de las compañías del sector en Arabia Saudí, el principal productor mundial de crudo, puedan dificultar el suministro.

Arabia Saudí acaba de anunciar que está dispuesta a incrementar la producción para intentar controlar el alza de precios, ante la cumbre de la Organización de Países Productores de Petróleo (OPEC), que se celebra la próxima semana.

Estados Unidos, por su parte, reiteró ayer su recomendación de que todos sus ciudadanos abandonen Arabia Saudí lo antes posible.