_
_
_
_
_

Costas defiende dos diseños de la bocana opuestos al oficial

La Dirección General de Costas ha presentado como alegaciones al proyecto de canal de acceso a la dársena interior elaborado por el Puerto de Valencia dos diseños alternativos de la bocana, opuestos al proyecto oficial, con el propósito de rebajar los efectos de la obra sobre la playa de la Malva-rosa. Costas defiende que el proyecto que orienta la bocana en dirección norte la convertirá, también la dársena de refugio y espera que se crea, en una zona de depósito de arena procedente de la dinámica litoral de sedimentos en la playa de la Malva-rosa. "A medio plazo surgirá necesidad de dragados para mantener la accesibilidad al nuevo canal y se creará con esta actividad un sumidero de arena que impedirá el crecimiento de la playa", agrega Costas. La estabilización de la playa exigirá además aportes de arena durante un mínimo de 12 años, a pesar de que algunos expertos han manifestado ya que no es fácil la alimentación artificial de las playas valencianas.

La dirección general de Costas propone un cambio de orientación de la bocana, en este caso hacia el sur, pues, a su juicio, su proyecto no modifica las líneas maestras del proyecto y su impacto medioambiental es menor. Esta idea fue rechazada en su día por el puerto por cuestiones de seguridad, ya que es prioritario separar los tráficos comerciales de los de los barcos de recreo y sólo la orientación de la bocana hacia el norte ofrecería garantías de seguridad a las embarcaciones de recreo.

La asociación Acció Ecologista-Agró presentó esta semana sus alegaciones al proyecto expuesto al público porque, además de las "graves consecuencias para el futuro estratégico de los ciudadanos", es innecesario para la celebración de las regatas porque "las embarcaciones pueden entrar y salir por la actual bocana, sin necesidad de realizar obras de esta envergadura". También solicitaron que no se adjudiquen las obras del propio canal, en fase de licitación, y exigieron que el coste total de la actuación, que incluye el canal y el túnel subterráneo para vehículos, que superará los 200 millones de euros, se destine a "restaurar y proteger el litoral valenciano".

Las obras, según Agró, generarán efectos "perversos en las playas de la ciudad del Cabanyal y Malvarrosa" y supondrá, dijeron, "un basculamiento de las playas con un retroceso superior a los 140 metros en algunos puntos del sur, y prácticamente la pérdida de la playa en algún tramo del norte".

La Asociación de Veïns i Veïnes de Natzaret insiste en que el estudio de impacto ambiental del canal no hace referencia alguna a las playas del sur como Pinedo, El Saler y El Perellonet, que verán disminuido "el ya insuficiente flujo de arena". Los vecinos consideran además que el puerto de Valencia impone, sin ningún debate, la futura ampliación por el norte del puerto. La construcción de un dique frente a la playa de Las Arenas tendrá un gran impacto visual y recuerdan los perniciosos impactos que provocó hace unos años la ampliación sur del puerto sobre el barrio y lo insostenible que es la estrategia del puerto de Valencia de "derrotar" al puerto de Barcelona.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_