Carmen Calvo reactiva su propuesta de reducir el IVA para productos culturales

La ministra de Cultura, Carmen Calvo, reactivó anoche su propuesta de rebajar el IVA de los productos culturales, incluidos los periódicos, en la clausura de la jornada El pluralismo en la prensa, paz y diálogo multicultural, que organizada por la Asociación de Editores de Diarios Españoles (AEDE) se celebró en el Fórum de Barcelona. En respuesta a las críticas recibidas cuando habló, tras acceder al cargo, de dicha reducción -unos tipos del 1% al 4%- porque son competencia de la UE, Calvo adujo que "no es una locura de esta estúpida ministra, sino una idea estupenda".

Momentos antes, el presidente de la AEDE, Juan Luis Cebrián, consejero delegado del Grupo PRISA, editor de EL PAÍS, había trasladado a la ministra justamente la petición de los editores de dicha reducción del IVA. "Es un proyecto", dijo Cebrián, "posible y deseado, aún reconociendo las dificultades que puede tener en Bruselas". El presidente de la AEDE aseguró que una iniciativa de este tipo "ayudaría al desarrollo cultural de nuestros países", y contribuiría a aumentar la lectura de periódicos.

La última mesa de la jornada, moderada por el consejero delegado del Grupo Vocento, José María Bergareche, abordó el asunto del futuro de la prensa de pago en un contexto en el que ha irrumpido la gratuita y las ediciones digitales de los periódicos. El director de EL PAÍS, Jesús Ceberio, dijo que Internet y los diarios gratuitos están obligando a los periódicos tradicionales a cambiar y que éstos pervivirán en la medida de que sean capaces de renovarse y adaptarse a la nueva situación. El director de La Voz de Galicia, Bieito Rubido, coincidió en esta apreciación y añadió que los diarios de pago deben ganar la batalla en el terreno de la calidad. Guillermo García Alcalde, consejero delegado de Prensa Ibérica, añadió a ese concepto el de credibilidad. Juan Luis Cebrián intervino desde la sala para aportar una reflexión a la mesa. Dijo el presidente de la AEDE que los diarios que se manejan en la actualidad pertenecen al modelo surgido en la Revolución Industrial y que la revolución digital que vivimos exige un nuevo modelo. "Tenemos que adaptarnos a ese cambio, si no nos damos cuenta de que hacemos un producto del pasado no resolveremos el problema, aunque tardemos 50 ó 100 años para solucionarlo", concluyó.

Josep Bargalló, conseller en cap del Gobierno catalán, abrió la jornada proclamando que los medios de comunicación deben ser "absolutamente independientes económicamente" de los gobiernos para asegurar su objetividad y pluralismo. Bargalló recordó que la sociedad europea está en un proceso de cambio que exigirá políticas distintas, caminar hacia lo que denominó "radicalismo democrático". Y en este proceso, remachó, el papel de los medios de comunicación y su nueva relación con los poderes políticos "es fundamental". Una relación que debe estar basada, según él, en el no intervencionismo por parte de los gobiernos, cuya actuación habría de concretarse en "estar atentos a los posibles movimientos" contra el pluralismo.

Bargalló puso dos ejemplos de decisiones recientes del Gobierno catalán en esta línea: destinar 2,5 millones de euros a un plan de viabilidad para el diario en catalán Avui y la supresión paulatina de las ayudas a la prensa. En el primer caso, precisó, "no se trata de mantener para siempre un medio con problemas económicos, si no ayudarlo para que pueda encontrar una solución empresarial", con un plazo límite, que situó en el 15 de julio.

Autocensura

Respecto a la progresiva eliminación de subvenciones a los medios, Bargalló recordó que el Gobierno de Maragall pretende "no intervenir en el mercado", contrariamente a lo hecho por los sucesivos ejecutivos de CiU que, aseguró, subvencionaron a medios con dinero público, sin criterios objetivos ni transparencia.

El conseller en cap explicó que el Gobierno tripartito tiene asimismo la intención de "reordenar el caos selvático" de las concesiones de radio y controlar la ocupación irregular de frecuencias de televisión local.

En la mesa redonda en la que se debatió sobre la autocensura y el autocontrol de los medios de comunicación escritos, afloraron los recientes casos de torturas de presos iraquíes. El moderador de la mesa, el director de El Periódico de Catalunya, Antonio Franco, afirmó que el ciudadano "debería castigar el amarillismo" y preguntó a los ponentes si se deben, o no, dulcificar las imágenes más cruentas de los conflictos. Peter Preston, del periódico británico The Guardian; Ezio Mauro, director de La Repubblica; y A. Perger, redactor del semanario alemán Die Zeit, debatieron sobre el alcance de la autocensura, la legítima (frenar el voyeurismo) y la ilegítima (por razones empresariales o políticas). El director de La Repubblica, Ezio Mauro, también criticó las dificultades de los periodistas a la hora de acceder directamente a las fuentes de las noticias y planteó que, aunque últimamente muchos gobiernos han hecho uso de la palabra "seguridad" para recortar las libertades de los ciudadanos, estos dos términos no tienen porque entrar en conflicto.