El Centro Antiterrorista tendrá 36 agentes de policía y Guardia Civil

El Centro Nacional de Coordinación Antiterrorista (CNCA), creado por el Ministerio del Interior para mejorar la coordinación entre los cuerpos policiales en la lucha contra el terrorismo local e internacional, dispondrá de 36 profesionales -18 de la Guardia Civil y otros 18 del Cuerpo Nacional de Policía-, de cinco agentes del servicio secreto CNI como máximo, así como de seis funcionarios civiles, cinco traductores y dos ordenanzas.

El Consejo de Ministros de ayer dio luz verde al Centro Nacional de Coordinación Antiterrorista y el ministro del Interior, José Antonio Alonso, explicó, a su final, que esta nueva unidad no tendrá carácter operativo sino que su misión consistirá en "recabar información, analizarla, evaluar riesgos y realizar recomendaciones operativas y estratégicas". "Ni tendrá carácter operativo ni será un tercer cuerpo de seguridad", aclaró el ministro.

La nueva unidad tendrá un director y un vicedirector, cuyas competencias serán ejercidas alternativamente por un miembro de la Guardia Civil y del Cuerpo Nacional de Policía por un periodo de dos años. El ministro precisó que el Centro entrará en funcionamiento entre septiembre u octubre y está aún pendiente por decidir cuál de los dos cuerpos será el primero en dirigirlo.

El CNCA dependerá orgánicamente de la Secretaría de Estado de Seguridad y se establecerá en dependencias del Ministerio del Interior hasta que, tras los ajustes presupuestarios correspondientes, tenga una sede propia. Interior calcula en 1,8 millones de euros la inversión inicial para la creación de la nueva unidad, así como de 2 a 3 millones de costo anual.

Alonso recordó, en su intervención tras el Consejo de Ministros, la génesis del CNCA: que la prioridad máxima del Gobierno es la lucha contra el terrorismo y que, una vez ocupado su cargo, pidió informes tanto a la Guardia Civil como a la policía para ver cómo podía mejorarse la lucha contra el terrorismo, especialmente el más nuevo y desconocido: el islamista radical. A partir de esos informes, decidió la creación del CNCA.

El ministro precisó que el Centro no tiene naturaleza política sino profesional y permanente y será complementario y auxiliar para las Fuerzas de Seguridad con la misión de mantener la iniciativa en la lucha antiterrorista, identificar los posibles escenarios de intervención y planificar la respuesta. "Queremos empezar a caminar en algo esencial, tener una estructura de coordinación al máximo nivel y profesional como medio para luchar contra el principal problema de este país", dijo.

La implantación del CNCA se hará en dos fases: en la primera se constituirá una unidad de coordinación, que contará con una sala de operaciones, un área de gestión de bases de datos y un área de inteligencia e investigación. En la segunda fase se crearán áreas de operaciones y seguridad ciudadana, normativa, formación e infraestructuras.

La vicepresidenta primera del Gobierno, Teresa Fernández de la Vega, resaltó, al finalizar el Consejo, la importancia del nuevo Centro como "unidad operativa en la prevención y en la actuación de las Fuerzas de Seguridad" y en su función "de máxima especialización en materia de terrorismo y, sobre todo, de máxima especialización en sus nuevas formas". Y añadió que el fortalecimiento de la actuación operativa contra el terrorismo se complementaba con el Pacto Antiterrorista, "expresión de la unidad política de las fuerzas democráticas contra el terrorismo".