América Latina inicia hoy su tercera cumbre con la UE con la ausencia de grandes líderes
Castro, Kirchner, Toledo, Blair y Berlusconi no acudirán a la cita de Guadalajara
América Latina aborda hoy su tercera cumbre con la Unión Europea (UE) con la ausencia de tres presidentes sumidos en problemas, discrepante en la definición de las prioridades políticas y comerciales, y lastrada por problemas sociales y choques entre países, un freno hacia la conformación de un bloque con musculatura negociadora. Ausente Fidel Castro, el presidente venezolano, Hugo Chávez, retomó su discurso con una arremetida contra el "horroroso imperialismo yanqui". Lo hizo al poco de aterrizar en México, para disgusto de los gobernantes latinoamericanos, que instan a converger con la UE y Washington para abrir mercados y prosperar en lugar de incidir sobre las diferencias.
Simón Bolívar, Francisco de Miranda, O'Higgins o Artigas soñaron con la unidad regional, pero las turbulencias previas a la III Cumbre Unión Europea-América Latina y el Caribe, 58 países representando a 455 millones de europeos y 530 millones de latinoamericanos y caribeños, demuestran la complejidad en la ejecución del empeño de aquellos próceres. La América Latina criolla, mestiza, mulata o indígena no sólo discrepa sobre su acercamiento a Europa o al Tratado de Libre Comercio de las Américas (ALCA), promovido por Estados Unidos, también riñe en su seno y la zozobra es permanente. La inasistencia a la cita de Tony Blair y de Silvio Berlusconi no responde a la inestabilidad nacional que retuvo en Lima al peruano Alejandro Toledo.
El presidente argentino, Néstor Kirchner, suspendió a última hora su viaje a Guadalajara por estar afectado por "un fuerte estado gripal", según la explicación oficial, informa Francesc Relea. Argentina, que ocupa la presidencia semestral del Mercosur, no estará representada al máximo nivel en la cumbre que tiene previsto anunciar la firma en los próximos meses de un ambicioso acuerdo de libre comercio entre el bloque suramericano y la UE.
Enemistades y recelos
América Latina acude a la cita de Guadalajara plagada de enemistades y recelos. Los argentinos no olvidan la afrenta del presidente uruguayo, Jorge Batlle, en el año 2002: "Son todos ladrones". México, Perú y Cuba no se entienden, el gas boliviano crispó el diálogo en Suramérica desde que Buenos Aires limitara sus exportaciones a Chile. La Paz, sin relaciones diplomáticas con Santiago desde el año 1978, condiciona la normalización con Chile a una salida al Pacífico. Las pugnas entre Venezuela y Colombia, con presidentes antagónicos ideológicamente, también son frecuentes y afectan a la comunidad andina.
Bogotá insinúa desde el año 2000 que Chávez estimula a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y Caracas -que detuvo recientemente a un grupo colombiano que supuestamente quería derrocar al gobernante bolivariano- imputa al presidente Álvaro Uribe hostilidad y subordinación con Estados Unidos. El CARICOM (Comunidad Caribeña) no reconoció la expulsión del ex presidente haitiano Jean Bertrand Aristide en el istmo centroamericano, la delimitación de fronteras es un viejo problema y Guatemala aún discute con Belice; El Salvador lo hace con Honduras; y Costa Rica, con Nicaragua por el tránsito en el río San Juan.
La cumbre puede ayudar a limar asperezas bilaterales que, en ocasiones, distorsionan las negociaciones regionales. No obstante, el argentino Gerard Berrón, dirigente de la Alianza Social Continental, sostiene que esos conflictos no apuntillan la integración. "Si nos guiamos por eso, las relaciones entre Brasil y Argentina serían imposibles, pero vemos que en el Mercosur (Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay) ambos países se coordinan bien".
Alianzas
Las alianzas regionales arrancaron hace décadas: Centroamérica (Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica) lo intentaron en los años cincuenta, y la Comunidad Andina de Naciones (CAN, Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela,) lo hicieron en los años sesenta, cuando la guerra fría los integró, pero en trincheras.
La Unión Europea pide a América Latina mayor unidad para facilitar la interlocución y negociaciones de bloque a bloque, según insistió Germano Straniero, encargado de negocios de la Comisión Europea en México.
A la espera de que sea posible, los 33 países latinoamericanos negocian por separado o por clubes acuerdos comerciales con la UE y Estados Unidos. El objetivo, entre otros, es eliminar los subsidios agrícolas y liberar el acceso a los mercados para salir de la pobreza. "El país latinoamericano más equitativo en el ingreso es más desigual que el país más desigual de Europa del Este", según el último informe del Banco Mundial.
La Unión Europea es el segundo socio comercial de América Latina y el Caribe, detrás de Estados Unidos, según datos de Bruselas. Es primero, sin embargo, en el Mercosur y Chile. Las exportaciones de la UE alcanzan actualmente los 57.500 millones de euros (69.000 millones de dólares) y las importaciones 53.700 millones de euros (64.440 millones de dólares), que suponen incrementos del 100% respecto a 1990.
Regreso de embajadores
Los Gobiernos de Cuba y México acordaron ayer el regreso de sus respectivos embajadores para zanjar la crisis diplomática iniciada hace un mes, aunque no detallaron cuando se hará efectiva esa decisión. "Los embajadores respectivos regresarán a sus embajadas próximamente", anunció el ministro de Exteriores cubano, Felipe Pérez Roque, quien se encuentra en Guadalajara para asistir a la cumbre UE-América Latina.
Pérez Roque se había reunido horas antes con su homólogo mexicano, Luis Ernesto Derbez. Ambos países "coincidimos en la importancia de normalizar las relaciones", añadió el canciller cubano.
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