Zapatero quiere que la reforma de la Constitución y los estatutos sea simultánea

José Luis Rodríguez Zapatero planteará hoy al secretario general del PP, Mariano Rajoy, que la reforma constitucional que tiene previsto abordar para convertir el Senado en Cámara territorial coincidirá con las reformas de los estatutos de las comunidades y que pretende contar para ello con el PP, pero también con los partidos afectados, nacionalistas y regionalistas. Rajoy, que aceptará la participación del PP en ellas, pretende que las reformas de los estatutos no modifiquen la Constitución y que "no creen diferencias más allá de los derechos que consagra la Constitución".

El encuentro entre Zapatero y Rajoy es el primero que celebran ambos dirigentes políticos desde el cambio de Gobierno en La Moncloa. Ambos son viejos conocidos desde que coincidieron, en la legislatura 1996-2000, en la Comisión de Administraciones Públicas del Congreso, siendo Rajoy ministro y Zapatero portavoz socialista, y en la que debatieron sobre temas territoriales, como la reforma del Senado o el nivel competencial de las autonomías. Zapatero pidió a Rajoy esta entrevista el 2 de mayo y se la reiteró el día 11 en su intervención en el Senado. Rajoy la aceptó públicamente el día 14 y acordaron la cita el día 17 para hoy.

Una vez reafirmado el Pacto Antiterrorista con el PP, con la reunión celebrada el 12 de mayo, el objetivo fundamental de Zapatero con esta entrevista es implicar a Rajoy en la reforma constitucional que quiere abordar esta legislatura, así como en la de los estatutos y en la de la financiación autonómica, reclamadas desde las comunidades autónomas. En cuanto a la reforma constitucional, Zapatero pretende que Rajoy se comprometa con la modificación del título III de la Constitución para convertir el Senado en Cámara territorial. Para ello cuenta con el argumento de que el PP lo llevó en 1996 en su programa y el propio Rajoy la defendió en el Parlamento.

Respecto a la reforma de los estatutos de autonomía, Zapatero estima que al corresponder su iniciativa a las comunidades autónomas su proceso se solapará en el tiempo con el de la reforma constitucional, que no empezará antes de un año, cuando el Consejo de Estado publique el dictamen que el presidente del Gobierno anunció en el debate de investidura. Zapatero pretende pactar el proceso de reformas estatutarias con todos los partidos implicados, no sólo con el PP.

Esta es la respuesta a las interrogantes que Rajoy le planteará sobre los planes de reforma constitucional del Gobierno y su actitud ante las de los estatutos de autonomía y sobre su calendario para llevarlos a cabo. Rajoy afirma que el PP compitió en las elecciones generales con un programa que no consideraba "ni prioritario ni conveniente" reformar la Constitución, "porque ése es un debate que se sabe cómo empieza pero no cómo acaba", ni de los estatutos de autonomía, que pactó con el PSOE en 1992 y 1996. Pero al perder las elecciones, el PP considera ahora que debe participar en el debate de "temas tan trascendentales".

Rajoy insistirá a Zapatero que las reformas de los estatutos no deben permitir que unas comunidades "queden en posición de ventaja" sobre otras, pues "las diferencias ya están consagradas en los derechos históricos y no debería irse más allá". También le trasladará que sería muy negativo que alguna de esas reformas lleve aparejada la de la Constitución. Rajoy pretende que el proceso de reformas empiece por la Constitución y una vez establecido el marco, se aborde la de los estatutos de autonomía y, finalmente, la financión autonómica.

En cuanto a la financiación autonómica, Rajoy preguntará a Zapatero por qué ha dejado de ser válido un modelo que se pactó por unanimidad entre todas las comunidades hace sólo dos años. Y le pedirá que el nuevo modelo sólo se apruebe si logra el mismo consenso que el anterior y la garantía de que lo que vayan a ganar unas comunidades autónomas no sea en detrimento de otras, toda vez que la financiación autonómica tiene mucho de juego de suma cero.

Zapatero le responderá, en este último capítulo, que cuando se pactó el modelo hace dos años tanto las comunidades gobernadas por los socialistas como él mismo adelantaron que lo hacían como mal menor, pero que cuando llegaran al Gobierno lo replantearían. A su juicio, el modelo de financiación autonómica necesita de una reforma porque tiene muchos fallos en su funcionamiento al estar lastrado por el déficit educativo y, especialmente, por el sanitario, que adquiere "dimensiones muy preocupantes".