El Sindicato de Médicos exige un gran pacto para sostener la sanidad pública sin recortar servicios

Consciente de la crítica situación financiera del sistema público de salud catalán, el sindicato Médicos de Cataluña ha pedido a la consejera de Sanidad, Marina Geli, que no haga ninguna reforma en el sector hasta lograr "un gran pacto social" que vele por el sostén del sistema y el mantenimiento del actual catálogo de prestaciones. El sindicato cree que medidas como el nuevo impuesto sobre la gasolina o la introducción de dentistas y podólogos de pago en los ambulatorios no deben ir adelante hasta lograr este pacto. Al mismo tiempo, los médicos de los ambulatorios concertados que ya ofrecen estos servicios defienden su calidad y consideran que extenderlos al conjunto del sistema sería muy bien recibido por el conjunto de la población.

Patricio Martínez, presidente de Médicos de Cataluña, que cuenta con más de 6.000 afiliados, considera que los anuncios hechos hasta ahora por el Departamento de Sanidad "sólo son parches" y explica que ante todo hay que ponerse "de acuerdo sobre lo que puede o no hacer la sanidad pública". "Hay que comenzar por llegar a este gran acuerdo y después tomar medidas concretas".

Pero el departamento tiene prisa y esta misma semana ha anunciado una nueva medida para dar más servicios en los ambulatorios sin aumentar su deuda: el dentista de pago en el mismo ambulatorio.

La medida no es nueva, puesto que ya funciona en varios centros de atención primaria de Cataluña que están gestionados por los propios profesionales. Para los vecinos de La Roca del Vallès, por ejemplo, ir al dentista en el mismo ambulatorio de siempre y pagar su factura a la salida es algo perfectamente normal, aunque el resto de servicios sigan siendo gratuitos. Este CAP, público pero gestionado por el equipo de profesionales que trabajan en él, ofrece el servicio de dentista de pago desde hace tres años. "Y la gente está encantada", asegura su gerente, Olga Pané, quien explica que en los pueblos pequeños para mucha gente es "un auténtico engorro" tener que trasladarse a la ciudad para ir a la consulta del dentista. "Aquí se lo hacemos todo, desde la extracción, que es gratuita, hasta los implantes que cobramos según las tarifas establecidas por el Colegio de Odontólogos [42 euros por una caries]".

Algo parecido hacen en los centros de primaria de la calle de Sardenya de Barcelona y en los de Centelles y Vic Sud (Osona). Estos ambulatorios forman parte de los 75 centros de atención primaria cuya gestión no recae en el Instituto Catalán de la Salud, sino en cooperativas y consorcios públicos y semipúblicos. El primero en aplicar esta fórmula fue el CAP El Remei de Vic, hace ya ocho años. El odontólogo del centro, Ferran Ferragut, asegura que gracias a haber introducido el dentista de pago "se ha podido mejorar el servicio de algunos servicios de carácter público y gratuito" que ya estaban ofreciendo. Por esta razón defiende que este modelo se amplíe al resto de ambulatorios.

32Ferragut pone un ejemplo sobre los éxitos logrados: "Al comenzar a ofrecer un sistema privado tuvimos que comprar muchos instrumentos de cirugía bucodental, instrumentos que ahora también utilizamos para dar servicio público". En lo que a precios se refiere, los ambulatorios consultados dicen que "lo importante no es ser más baratos, sino que el beneficio redunde en la sanidad pública". Así lo entiende también Ramon Vilatimó, director del CAP Centelles, quien alerta de que "reducir mucho los precios causaría enfrentamientos con el Colegio de Odontólogos".

El conseller en cap, Josep Bargalló, entró ayer en el debate para considerar que "todas las sugerencias que nos puedan llegar" para paliar el grave déficit de financiación de la sanidad catalana "son interesantes", informa Pere Lobato. Con estas palabras, el dirigente republicano aludía a la propuesta del presidente de La Caixa y de Aguas de Barcelona (Agbar), Ricard Fornesa, apostando por una gestión privada de centros públicos como el modelo ensayado en Alzira (Comunidad Valenciana). El conseller en cap aseguró en Vilafranca del Penedès (Alt Penedès) que un gobierno progresista debe escuchar a todo el mundo y que "los debates son buenos y deben ser posibles". Eso sí, señaló que el modelo sanitario debe ser "eminentemente público y de calidad".