Bono: "Los últimos días han sido los de mayor preocupación"

José Bono no ocultaba ayer su satisfacción por haber culminado con éxito el primer encargo de Rodríguez Zapatero: retirar las tropas de Irak en el menor tiempo posible y con las máximas garantías de seguridad.

Los soldados españoles llegaron ayer a Kuwait sanos y salvos y lo hicieron, además, seis días antes de la fecha límite que el presidente del Gobierno fijó ante el pleno del Congreso: el 27 de mayo. "Este adelanto ha sido posible", explicaba ayer Bono, "por la eficacia de los mandos españoles en Irak y porque el nivel de seguridad era aceptable".

Sin embargo, el ministro de Defensa reconoce que no las tenía todas consigo y que "los últimos días han sido los de mayor preocupación". La emboscada del pasado jueves se produjo cuando buena parte del contingente se encontraba ya en Kuwait, por lo que la capacidad de respuesta de las fuerzas españolas se había reducido considerablemente. Además, los blindados de la Legión y el Escalón Ligero de Caballería que en las últimas semanas escoltaron los convoyes de material y personal con destino a Kuwait tuvieron que compaginar ayer esta función con la de protegerse a sí mismos.

La situación en las provincias de An Nayaf y Al Qadisiya experimentó un brusco deterioro a principios de abril, después de que las autoridades estadounidenses decretaran la caza y captura del imán Múqtada Al Sáder. Los pasados días 25 y 26 de abril, patrullas españolas sufrieron dos emboscadas en Diwaniya, en las que dieron muerte a nueve iraquíes.

En el último enfrentamiento, hace sólo 48 horas, el sargento primero Francisco Javier Cubero Mellado sufrió heridas leves de metralla en una pierna. Las consecuencias pudieron ser mucho más graves, ya que el iraquí al que abatieron los soldados españoles llevaba adosado un cinturón de explosivos que le destrozó el cuerpo al estallar.

Desde el pasado 5 de abril, los acuartelamientos del contingente español ha sufrido unos 25 ataques, con más de 255 granadas de mortero.

Satisfacción del Rey

Por eso, cuando el jefe del Contingente de Apoyo al Repliegue Español (CONAPRE), el general José Muñoz, llamó a las 14.57 de ayer a Bono para comunicarle que "acaba de cruzar la frontera de Kuwait el último soldado español", el ministro se puso inmediatamente en comunicación con el jefe del Gobierno y el Rey, quienes recibieron la noticia "con la lógica alegría y satisfacción", según sus palabras.

Poco antes, en la rueda de prensa del Consejo de Ministros, la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, había anunciado que las tropas españolas habrían salido de Irak antes de las diez de la noche. Era, según Defensa, la hora que figuraba en el plan inicial. En realidad, fue mucho antes.