Un congreso reivindica la riqueza multicultural de la historia de España

Más de 50 años han transcurrido desde que Américo Castro publicó su obra seminal España en su historia que pretendía desarmar los mitos establecidos en torno a la historia moderna de España, presentada como un periodo de renacimiento de los valores de los viejos cristianos de sangre limpia. Frente a esa imagen, Castro propuso una mirada sobre la historia española como el resultado de la fusión de las tradiciones cristianas, judías y musulmanas que procedían de la Edad Media. Castro argumentó en aquel libro que los grandes logros artísticos e intelectuales de la Edad de Oro en España no eran obra del florecimiento de la genialidad latente de los viejos cristianos, sino que procedía del talento e inquietudes espirituales de los nuevos cristianos que se convirtieron durante el proceso inquisitorial.

En la época de Franco muchos académicos conservadores consideraban las ideas de Castro una herejía. Casi seis lustros después de la muerte del dictador -y a pesar de una acumulación de evidencias que confirman la inmensa contribución de los conversos tanto de origen judío como musulmán a la vida económica, artística, intelectual y espiritual de la España moderna- siguen existiendo académicos que mantienen la versión oficial de una España moderna creada por los viejos cristianos de sangre limpia.

A muchos españoles les sorprenderá escuchar que no solamente algunos de los protagonistas más emblemáticos de la cultura española tenían sangre manchada, es decir, judía, sino que la gran mayoría eran nuevos cristianos. Así, figuras como las de Cervantes, Velázquez, santa Teresa de Ávila e incluso el rey Fernando procedían de familias que se habían convertido anteriormente del judaísmo al cristianismo. Muchos de los conversos eran muy conscientes de sus raíces sefardíes y hacían en su obra referencias recónditas a su condición. Hay académicos, por ejemplo, que argumentan que en El Quijote, Cervantes hace gala de sus antepasados judíos con la palabra mancha, o manchado ya que éste era un término peyorativo utilizado para referirse a la gente con sangre judía.

La invasión árabe

A pesar de esta revisión de la historia española, los libros de texto escolares de nuestro país siguen sosteniendo los mitos de la invasión árabe y la Reconquista, al tiempo que niegan a los judíos y musulmanes de nuestra Edad Media la condición de españoles.

Consciente de la necesidad de reactivar el debate sobre los conversos, la Universidad de Saint Louis está actualmente celebrando en su centro madrileño la primera Conferencia Internacional Anual sobre la Convivencia. El congreso, que aborda como tema principal Los conversos y la historia de España de 1248 a 1700, ha reunido a 50 académicos procedentes de España, Reino Unido, Estados Unidos, Canadá, Islandia e Israel. El ponente invitado ha sido Francisco Márquez Villanueva (Sevilla, 1931), uno de los hispanistas de mayor prestigio y catedrático emérito Arthur Kingsley Porter de la Universidad de Harvard. Participan también Jaime Contreras, de la Universidad de Alcalá de Henares, y Carlos Carrete Parrondo, de la de Salamanca, ambos muy conocidos por sus obras sobre la Inquisición y los nuevos cristianos.

El congreso ha sido organizado por Kevin Ingram de la Universidad de Saint Louis, que está preparando un libro sobre el tema de los conversos en la sociedad de española del Siglo de Oro, titulado Vidas secretas, mentiras públicas: los nuevos cristianos y la Reforma española del Siglo de Oro.

El congreso termina hoy por la tarde con una mesa redonda en la que se abordará en qué medida los estudios sobre los conversos han cambiado el concepto que se tiene sobre la cultura y la identidad española. El proyecto es el de mantener vivo este debate a través de convocatorias anuales de esta iniciativa y a través de la creación de una revista de estudios sobre conversos, cuyo primer número, que se publicará el año que viene, incluirá algunas de las ponencias de este primer congreso.