5.000 ciudadanos, invitados al Patio de la Armería
Las puertas del recinto del Palacio Real serán abiertas al público a las 7.00 del sábado
El príncipe de Asturias y Letizia Ortiz quieren que su boda sea lo más cercana posible. Por eso ayer la Casa del Rey anunció que, por deseo de la pareja, a las siete de la mañana del sábado se abrirá la puerta de Santiago que da acceso al Palacio Real para que en el Patio de la Armería puedan situarse todos aquellos que lo deseen y la capacidad del lugar permita. Un portavoz de la Casa del Rey calcula que en ese punto del palacio hay sitio para unas 5.000 personas. Todas tendrán que pasar varios filtros de seguridad policiales, la mayoría de ellos dobles (dos cordones seguidos), donde se revisarán sus pertenencias con detectores de metales.
Desde el Patio de la Armería, el público podrá ver el cortejo nupcial a pie y seguir a través de pantallas de televisión gigantes todo lo que suceda en la catedral de la Almudena a partir de las nueve de la mañana, hora en que comenzará la retransmisión de TVE.
La policía instalará 183 filtros dobles de seguridad para acceder al itinerario del paseo
El anuncio de la Casa del Rey de que las puertas del palacio se abrirán a los 5.000 primeros en llegar va a provocar que en las próximas horas se formen largas colas.Para poder tener un puesto en la zona del Patio de la Armería es necesario mostrar algún documento que acredite la identidad.
Los novios han expresado su deseo de que los madrileños y los visitantes que lo deseen puedan vivir su boda en la calle. Por eso han elegido la Gran Vía, una de las calles más espaciosas de la ciudad, para que discurra la parte principal del recorrido nupcial. Don Felipe y Letizia también han pedido a los responsables de la organización del enlace y a los servicios de seguridad que la gente que mañana decida estar en la calle para seguir el enlace se sienta protegida y sea molestada lo menos posible.
Pero los filtros de seguridad van a ser muy intensos. Ayer mismo llegó a la base aérea de Zaragoza un avión de reconocimiento Awacs de la OTAN que apoyará la seguridad durante el enlace. Fuentes castrenses informaron a Efe que hoy llegará a la misma base otro aparato de estas características. Estos aviones de la Alianza están equipados con radares que permiten identificar y perseguir aparatos que vuelan a baja altura y detectar blancos en tierra.
La policía, por su parte, montará un total de 183 puntos de control por los que, necesariamente, tendrá que pasar el público que desee contemplar el paseo de la pareja tras la boda, desde la catedral de la Almudena hasta la basílica de Nuestra Señora de Atocha. Los filtros serán dobles, para evitar cualquier despiste o truco. Es decir, los ciudadanos pasarán una primera criba policial, donde se revisarán sus pertenencias, y unos metros más adelante deberán pasar un segundo filtro. En algunas calles, como la de Montalbán, se podrían montar hasta cuatro filtros sucesivos.
El gran despliegue policial estará activado al ciento por ciento a partir de las cinco de la madrugada del sábado. Los policías serán desplazados en autobuses hasta las inmediaciones de la plaza de Cibeles, desde donde serán trasladados a los puntos que se les ha asignado a cada uno. La policía calcula que habrá un policía de uniforme por cada dos metros del recorrido y a ambos lados de la calle.
Los encargados del plan han dividido el itinerario en tres tramos, con diferentes intensidades de seguridad. La mayor seguridad estará en el tramo rojo, que incluye la Almudena y el Palacio Real y llega hasta la plaza de España, en la cara de la Gran Vía. Los controles y la vigilancia serán ahí más intensos y las azoteas estarán cuajadas de tiradores de élite de los Grupos Especiales de Operaciones (GEO). Las personas que quieran acceder al Patio de Armas, además de tener que ir provistas de un documento de identidad en regla, deberán pasar en el último filtro bajo un arco detector de metales.
El sector comprendido entre la plaza de España y Cibeles ha sido denominado tramo amarillo y es el que más preocupa a los servicios de seguridad por los innumerables balcones que jalonan toda la ruta. Muchos de ellos estaban precintados ayer, pero la policía asegura que han sido cerrados por los bomberos ante el temor de que no aguanten el peso del público que pueda situarse en ellos para ver a la pareja. El tercer tramo, azul, corresponde al paseo del Prado y al resto de camino hasta la basílica de Nuestra Señora de Atocha. Éste se considera un trecho rápido, de gran anchura, y fácil de cubrir para la policía.
La policía visible en el recorrido y los escenarios nupciales no será, no obstante, toda la que estará. Varios grupos de antidisturbios han sido distribuidos por la ciudad como retenes o como unidades de reacción ante cualquier incidente. Lo mismo hará la Guardia Civil, que ha montado tres retenes de agentes de los Grupos Rurales de Seguridad (GRS) en las inmediaciones de la capital. Además, entre el público se situarán centenares de agentes de paisano pertenecientes a varias unidades, desde investigadores de los servicios de Información hasta ojeadores para los tiradores de élite.
Los encargados de la seguridad cruzan los dedos para que todo salga bien, aunque confían en que la boda se desarrolle sin incidentes para el público, el más vulnerable en este evento. No obstante, esta tarde y la madrugada siguiente revisarán de nuevo todo el recorrido y los escenarios (le llaman la requisa). Una de las últimas medidas adoptadas ha sido el sellado de las tapas de alcantarillas, la retirada de las papeleras que jalonaban el recorrido y el precinto de los cajetines de las farolas.
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