El 'conseller en cap' de la Generalitat cierra la crisis de Comunicación tras asegurarse la salida de Sellarès

El conseller en cap de la Generalitat, el republicano Josep Bargalló, ultima la reforma del área de Comunicación del Ejecutivo catalán, que se cerrará previsiblemente el próximo martes con la marcha del polémico Miquel Sellarès, hasta ahora secretario de Comunicación. Pese a que tanto Bargalló como Sellarès son políticos de la máxima confianza del secretario general de Esquerra Republicana (ERC), Josep Lluís Carod, ambos han mantenido en los últimos días un pulso que ayer se dio por concluido: Sellarès abandonará el gobierno y colaborará con Carod en su larga precampaña autonómica para los comicios de 2007.

Bargalló ha ofrecido el puesto de secretario de Comunicación a Enric Marín, profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona y miembro del Consejo de Administración de la Corporación Catalana de Radio y Televisión (véase EL PAÍS de ayer). Su incorporación como responsable de Comunicación seguía ayer pendiente de algunos flecos, pero varias fuentes del tripartito la daban anoche por segura.

El entorno de Sellarès emprendió esta semana una ofensiva contra Bargalló -exigió incluso su renuncia- al considerar injusto el tirón de orejas que le propinó públicamente la semana pasada cuando le exigió que se abstenga de expresar opiniones contrarias a la política de comunicación del Gobierno. Algunas de estas opiniones coinciden con el informe apócrifo sobre los medios de comunicación que analizaba las tendencias de la prensa y la situación financiera de las empresas periodísticas, que CiU atribuía al Gobierno catalán y que éste rechazó tajantemente.

Sellarès puso ayer punto final al pulso público con Bargalló y empezó a preparar su inminente salida del Gobierno: "Tengo una profunda satisfacción si se confirma el nombramiento de mi amigo Enric Marín; tenemos el mismo líder [Carod] y el mismo proyecto", explicó a este periódico.

El de Comunicación no es el único reajuste en su organigrama que prepara el Gobierno catalán. Santiago de Torres se perfila como delegado de la Generalitat en Madrid si finalmente Manuel Royes asume la dirección del Consorcio de la Zona Franca de Barcelona.