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El Supremo condena a nueve años a una pareja que maltrató a su hija hasta dejarla en coma

El Tribunal Supremo ha confirmado la condena de nueve años de prisión impuesta a una pareja de Bilbao por propinar golpes y palizas, de forma reiterada y constante, a la hija de la mujer, de dos años de edad. Como consecuencia de los malos tratos, la niña tuvo que ingresar en el hospital de Basurto, en mayo de 2002, en estado de coma. La Audiencia Provincial de Vizcaya condenó a los dos acusados a sendas penas de nueve años de cárcel por un delito de intento de asesinato y maltrato habitual, en una sentencia que el Alto Tribunal ratifica íntegramente.

Según los hechos, N. M. H, la madre de la niña comenzó a convivir con A. A. Z. en abril de 2001, ayudados por Cáritas, en una pensión de Bilbao. "Desde los primeros días", explica la sentencia, el hombre "comenzó a propinar golpes a la niña, reiterados y constantes, que produjeron toda suerte de hematomas, contusiones y heridas, sin que la madre hiciera nada por impedir que A. A. Z. tratara de tal forma a la pequeña, pese a que podía hacerlo".

El 24 de mayo de 2002, A. A. Z. "propinó diversos golpes y sacudidas a la niña, uno de ellos de gran intensidad en la cabeza", que la dejó inconsciente. Cuando ingresó en el hospital de Basurto presentaba hasta siete hematomas y se encontraba "en coma secundario a consecuencia de un traumatismo cráneo-encefálico que requirió de intervención quirúrgica urgente a fin de salvar su vida".

"Terribles agresiones"

El Supremo rechaza los recursos presentados por los acusados, y destaca que no existen dudas sobre la autoría de las "terribles agresiones" que sufrió la niña. Los testimonios de los inquilinos y la dueña del establecimiento, "quien manifestó que había sangre hasta la pared", confirmaron las agresiones constantes. Además, los informes médicos pusieron en evidencia que "las lesiones no son casuales, sino que se han producido por agresiones, golpes y manotazos".

La pareja intentó explicar que el golpe más intenso que provocó el coma de la niña había sido a causa de la caída desde un sofá. Pero los dictámenes médicos "mantienen que se produjo por golpe en la cabeza hacia una superficie dura o de un objeto duro contra la cabeza, descartando rotundamente la referencia que hacen los acusados". El hombre alegó que sufría trastorno de la personalidad y drogodependencia. El Supremo recuerda que el tribunal descartó que su adicción a las drogas tuviera repercusión en su conducta. También analizó el trastorno de la personalidad, pero señala que "una cuestión es que se expliquen determinadas pautas de conducta en el contexto de unas vidas marginales y otra que el cebarse con una criatura indefensa merezca un reproche penal atenuado".

Sobre la actitud de la madre, el Supremo descarta que estuviera influida por un "miedo insuperable", porque "no se ha acreditado violencia física ni amenaza hacia la recurrente, ni consta que no tuviera otra posibilidad de reacción".

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