Desacoplamiento
El repunte de rentabilidades de la deuda estadounidense, más de 100 puntos básicos en mes y medio, está anticipando el ciclo alcista de tipos oficiales en Estados Unidos. Este movimiento hacia unos niveles más acorde con los fundamentos ha sido el resultado de la superación de algunas de las incertidumbres sobre la economía estadounidense. La primera que tenía que resolverse era la fortaleza de crecimiento, algo que fue visible ya en la segunda mitad de 2003. Pero sólo dio lugar a un tímido repunte de las rentabilidades. Más tarde de lo deseado, pero con un impacto más significativo en los mercados, han aparecido datos positivos sobre empleo. Y, por último, está siendo la inflación el factor clave en el horizonte más inmediato.
La Unión Monetaria Europea avanza a un ritmo lento y la rentabilidad de su deuda se desacopla de la estadounidense
En consecuencia, se ha producido el esperado cambio en la caracterización de la política monetaria: a la Reserva Federal (Fed) se le agotó la paciencia. Pero siguen quedando dos incógnitas por despejar: el timing y el ritmo y magnitud de las subidas. Lo más probable es que la primera subida tenga lugar en junio o en agosto a más tardar. Los datos, sobre todo de inflación, marcarán la pauta. Respecto a la cuantía de las subidas, el mercado descuenta más de 100 puntos básicos de aquí a fin de año y otros 150 en 2005. Estas subidas pueden parecer agresivas. La Fed apuesta por una senda gradual. Y, a menos que haya sorpresas con los datos, parece que la evolución de la productividad tranquiza a la Reserva Federal.
Mientras, Europa avanza a otro ritmo. Con un entorno externo más favorable, un euro que no ha seguido apreciándose y unas perspectivas de inflación ancladas en el 2%, el retraso en la recuperación es el factor que más preocupa. Los riesgos a la baja sobre el crecimiento persisten, más aún si se tiene en cuenta la evolución reciente del precio del petróleo. En este contexto, en Europa, el inicio del ciclo alcista en tipos se producirá más tarde que en EE UU y de forma más moderada. Esto explica que el recorrido al alza del bono alemán sea más limitado. Por tanto, el diferencial actual en los tipos de interés de los bonos favorable a EE UU refleja de forma fiel la diferente coyuntura que atraviesan las dos economías. Las previsiones apuntan a que este diferencial se mantendrá y el riesgo es que incluso se amplíe más.
Sonsoles Castillo es economista del Servicio de Estudios de BBVA.
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