El PSOE rechazó la destitución en bloque de los siete consejeros

Ninguna de las dos propuestas para acabar con la situación de desbarajuste que afecta a la Cámara de Cuentas ha sido la triunfadora. En el seno de los tres grupos parlamentarios se ha debatido durante meses la mejor solución, y las reuniones para buscar un acuerdo entre representantes de cada uno de los partidos han sido constantes.

El PSOE rechazó la propuesta de destituir en bloque a los siete consejeros de la Cámara, planteada por Aguirre. Según fuentes de la negociación, los socialistas afirmaron que los consejeros propuestos por ellos "no tenían por qué hacerse cargo de una situación creada única y exclusivamente por el presidente". De la misma opinión eran los representantes de IU, aunque fuentes de la Cámara aseguran que la voluntad del consejero de este grupo, Andrés Sanz Mulas, era más bien la de abandonar esta institución "dada la magnitud de los problemas con el presidente".

Desde el PP se subraya que este grupo propuso una segunda forma de acabar con la crisis: que los cuatro consejeros populares dimitieran. Sin embargo, y según estas mismas fuentes, dos de ellos, Enrique Álvarez Tolcheff y Ramón García Mena, tampoco querían asumir la responsabilidad del presidente; así que dentro del PP se estudió una posibilidad con menos coste político para los populares.

Finalmente, los tres grupos llegaron a un acuerdo a propuesta del PP: el presidente renunciaría a su cargo, al que accedió en 2002 -según el reglamento de la Cámara de Cuentas, el presidente lo es por un periodo de seis años-, pero no a su condición de consejero. De tal forma, el mismo consejo se dotará de un presidente distinto al actual.