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La economía europea creció en el primer trimestre un 0,6%, con la tasa interanual más alta desde 2001

La economía europea creció un 0,6% en el primer trimestre del año, en la parte alta de la horquilla prevista por la Comisión Europea, que anuncia una evolución al alza en los dos próximos trimestres. El crecimiento interanual, que con el 1,3% es el más fuerte desde el verano de 2001, se sustenta sobre la demanda de las dinámicas economías de Estados Unidos y Asia. El motor del sector exterior europeo podría subir de revoluciones con el previsible debilitamiento del euro frente al dólar, si bien la escalada del precio del petróleo, unas tasas de empleo que no terminan de despegar y la contención de los consumidores plantean incertidumbres. "La recuperación mundial ha llegado y Europa no ha perdido el tren", manifestó ayer en París un economista del banco de inversiones Goldman Sachs.

El crecimiento en los doce países de la zona euro fue del 0,6% con respecto al trimestre anterior, cuando subió el 0,4%, según los primeros datos anunciados ayer por Eurostat, la oficina de estadísticas. El mismo porcentaje tuvo el PIB para el conjunto de los Veinticinco. Con respecto al mismo periodo de 2003, el crecimiento fue del 1,3% y 1,6% respectivamente.

La progresión es ligeramente superior a la esperada por la Comisión, que había estimado un crecimiento promedio del 0,5% en el trimestre, con una horquilla del 0,3%-0,7%. Bruselas acogió con satisfacción el dato y aventuró una ligera aceleración conforme avance al año, en particular en el tercer trimestre: entre el 0,4% y el 0,8%.

Los analistas atribuyen la mayor actividad al vigor del sector exterior, del que tira la demanda de Estados Unidos y Asia, que debería verse potenciado si el euro cede terreno ante el dólar, como apunta la tendencia de las pasadas semanas. En medios empresariales e industriales europeos se certificaba ayer una recuperación de la actividad económica, que aún sigue lejos de las tasas de Estados Unidos. La primera economía del mundo creció un 1,3% en el primer trimestre, a una tasa interanual del 4,2%, que para el conjunto del año será del 4,7% si se cumplen los vaticinios de la OCDE. En los países de la moneda única ese crecimiento será apenas del 1,6%, según la organización parisina, y del 1,7%, según la Comisión.

Los expertos consideran que se están poniendo las bases para un crecimiento estable, que no puede ser tan sólido como el americano porque no tiene reflejo perceptible en el empleo, que alcanza el 8,8% de promedio con su corolario de una inferior demanda del consumo interno. Un factor de riesgo adicional es la tendencia alcista del precio del petróleo, que al liquidarse en dólares se vería agravada con la depreciación del euro frente al billete verde.

Sobre el impacto de esta evolución del crudo en los objetivos económicos para España, el secretario de Estado de Economía, David Vegara, aseguró que es "perfectamente alcanzable" un crecimiento del 2,8% para este año, aunque aclaró que el Gobierno mantiene la previsión oficial en el 3%.

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