Borrell advierte de que el "problema" en las próximas elecciones europeas puede ser la baja participación

Josep Borrell, cabeza de lista del PSOE para las próximas elecciones al Parlamento Europeo, apuntó ayer en Sevilla que "el problema puede ser la participación" en los próximos comicios del 13 de junio. Para el líder socialista, la clave está en que se vuelvan a movilizar los jóvenes, quienes en las anteriores elecciones "se dieron cuenta de que su voto sirve para algo".

Borrell presentó ayer en la sede provincial del PSOE de Sevilla el manifiesto que ha preparado su partido para las europeas. Abogó porque esta campaña sea "políticamente constructiva" y porque no se convierta en "una segunda vuelta" de los anteriores comicios. El candidato socialista no sólo se mostró dispuesto a debatir con Jaime Mayor Oreja, cabeza de lista del PP, -tal y como permitió ayer la Junta Electoral Central-, sino que también estaría a favor de un debate a tres, con la inclusión del candidato de Izquierda Unida, Willy Meyer. En su opinión, "debería estar prohibido hacer unas elecciones sin debates, como ha ocurrido en las anteriores".

Respecto a los últimos varapalos recibidos con la reforma de la OCM del tabaco, el algodón y el olivar y las sanciones a los astilleros y a la minería del carbón, sostuvo que estos problemas no "surgen de repente": "¿Por qué de repente parece que se ha quitado el tapón del desagüe?" En opinión del líder socialista, estos problemas vienen de las negociaciones en Europa del PP: "El Gobierno del Partido Popular fue advertido seis veces por parte de la Comisión de que sus decisiones no eran apropiadas". Para Borrell, ahora es el tiempo de que el nuevo ejecutivo de Zapatero busque una solución, "porque a los trabajadores no les importa tanto quién tuvo la culpa".

El candidato socialista, que centró toda su intervención ante los medios en los retos que afronta Europa en este momento, también habló de la futura Constitución de la Unión. Borrel apostó porque la nueva Carta Magna se vote en un referéndum. Es más: "Ojalá [esta votación

] hubiera coincidido con las europeas". Pero, según él, el Partido Popular ha mantenido bloqueada la redacción del texto en el aspecto de la herencia cristiana. Borrell abogó por "defender la idea laica de Europa". En su opinión, durante la negociación del texto constitucional se produjo "una batalla entre los vaticanistas y los laicos" y el Gobierno de Aznar se alineó con los que defendían la herencia cristiana. Para Borrell, esto supone un error porque "una constitución no es un libro de historia".

También en Sevilla, pero en otro acto organizado por la mañana, Borrell mostró su sorpresa porque Zapatero apoyase que la nueva Constitución se firme en Roma y no en Madrid. "Yo iría a firmarla a las puertas del infierno si la Constitución dice, por ejemplo, que el Banco Central Europeo tiene que preocuparse por el crecimiento del empleo", zanjó Borrell.