En coma una mujer tras recibir penicilina en una operación

El titular del Juzgado número 5 de Alicante ha admitido a trámite una denuncia de los familiares de una mujer, que se encuentra en coma tras administrarle penicilina al ser operada de varices en la clínica privada Medimar de Alicante, antigua clínica San Carlos. La intervención se enmarcaba dentro del plan de choque de la Consejería de Sanidad -desvío de enfermos a centros privados para reducir las lista de espera-. Medimar es objeto de una segunda investigación judicial, en este caso por la muerte a principios de enero de un hombre tras someterse a una reducción de estómago.

La mujer, Susana P. G., de 36 años, ingresó el pasado día 5 en la mencionada clínica privada para ser operada de varices. Según la denuncia judicial, antes de la intervención los facultativos le suministraron penicilina, extremo que le causó una parada cardiorrespiratoria por una reacción alérgica muy grave. Tras siete días en la UCI de la clínica, la paciente fue traslada al Hospital General de Alicante.

El letrado de la familia, Raúl Díez, a su vez, representante legal de la Asociación de Defensa del Paciente (Adepa), ha indicado que el objetivo de la denuncias es aclarar si el centro médico cumplió o no el protocolo para este tipo de intervenciones. Por su parte, Manrique Tejada, juez encargado del caso, ha asegurado que ha abierto diligencias por un supuesto delito de imprudencia o negligencia médica. El magistrado ha reclamado ya a la clínica denunciada el historial médico de la paciente.

Evitar infecciones

Mientras, la dirección del centro médico denunciado, a través de un comunicado oficial, rechazó ayer negligencia. "Como es norma en este tipo de operaciones, antes de la cirugía se administra una dosis profiláctica de antibióticos con el fin de evitar infecciones", dice el comunicado. La nota destaca que antes de suministrarle el antibiótico se preguntó al paciente por sus antecedentes de alergia a algún fármaco. "En caso negativo -como el que referimos- se actúa según protocolo", añade la nota.

La dirección de la clínica subraya que a los pocos minutos de administrar a la paciente la penicilina ésta sufrió un cuadro progresivo de picor cutáneo, náuseas, y caída de tensión y parada cardiorrespiratoria. Tras un tratamiento de reanimación, la paciente fue internada en la UCI del centro. En los siete días que ha permanecido en la UCI su situación ha "sido estable, sin progreso neurológico", precisa la nota.

La dirección del centro resalta, además, que no es recomendable la realización de pruebas alérgica previas en casos -como el presente- que no refieran historia anterior de reacciones a medicamentos. "Tenemos la conciencia de haber actuado, ante lo imprevisible e inevitable, con diligencia, eficacia y humanidad", concluye la nota. Sanidad ha abierto una investigación para estudiar si hubo o no negligencia por parte de los facultativos.