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Ramonet critica los modelos de edición anglosajones

"La imitación servil del modelo estadounidense puede condenarles al fracaso. No están obligados a seguirlo y deben trabajar desde esta perspectiva. Creo que la mejor manera de seguir adelante es apostar más que nunca por el libro de calidad. Del primer libro de Kafka sólo se hizo una tirada de 800 ejemplares. Apostar por la calidad es garantía de continuidad", aconsejó ayer Ignacio Ramonet en la inauguración del V Congreso de Editores, en Santiago.

Por cierto, respecto a ediciones anteriores, se les ha caído una palabra, "nacional". A los editores gallegos, anfitriones del encuentro, no les gustaba, y tampoco a algunos catalanes significativos en la Federación de Gremios de Editores de España. En cualquier caso, y es lo que importa, reúne a editores de toda España. Y más importante aún, prácticamente todos cuantos intervinieron ayer hablaron, poco o mucho, en gallego.

Ramonet, director de Le Monde Diplomatique, cofundador de Attack y del Foro de Porto Alegre, fue apocalíptico. Partió del modelo anglosajón, sobre todo del estadounidense. "En los últimos 15 años, la edición mundial ha cambiado más que en todo el siglo XX", dijo. "Hace no demasiado tiempo, la edición era algo casi artesanal, casi siempre ligada al campo intelectual, que se conformaba con pequeños beneficios". Se acabó. "Los grandes grupos han ido comprando esas pequeñas editoriales. Hoy, en Estados Unidos, cinco grandes grupos controlan el 80% de lo que se publica".

"En EE UU y el Reino Unido se han reducido de una manera drástica los fondos dedicados a la adquisición de libros para bibliotecas, con lo que han comprometido el futuro de la edición seria", buena parte de cuya producción era precisamente adquirida por las bibliotecas, continuó Ramonet.

"Las decisiones sobre qué libros se publican ya no las toman los editores, sino comités integrados por financieros y comerciales". Detrás de ellos, las megalibrerías difunden los libros de venta asegurada. "Los editores tienen que pagar más por ocupar los mejores lugares de las grandes cadenas. En Estados Unidos no hay sitio para los libros extranjeros, que además implican el plus de la traducción".

Rentabilidad inmediata

Lo que hoy se impone es "la hiperconcentración, la exigencia de rentabilidad inmediata y que el libro sea tratado como un producto más", dijo. "Random House, la división de libros del grupo alemán Bertelsmann, controla el 40% de la edición estadounidense" y "está en crisis". "Tiene una deuda de 1.000 millones de euros y la cifra de sus negocios ha bajado".

Ramonet opinó que la edición española vive una crisis provocada por la superproducción. "Más de 60.000 títulos, en 2001 (según el reciente informe del Instituto de Estadística, en 2003 se superaron con creces los 70.000), para un mercado en que sólo uno de cada dos adultos compra un libro". Y además, se ha producido un "empobrecimiento de la red librera".

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