Malos datos

Las consecuencias económicas de la actual coyuntura internacional empiezan a dejarse ver en las cuentas de algunos países. La inflación creció en abril en Alemania 0,5 puntos en tasa interanual y el déficit comercial de Estados Unidos en marzo aumentó el 9,1%, incluso por encima de las estimaciones de los analistas ante el crecimiento de las importaciones.

La volatilidad marca otra vez la actividad en los mercados financieros, en los que el nivel del negocio decrece en la misma proporción en que aumenta la incertidumbre. Los inversores, puestos en lo peor, deciden sobre la marcha y sin medir demasiado el coste de su salida, al tiempo que los posibles compradores esperan a detectar los primeros síntomas de un posible ajuste técnico para actuar.

El Ibex 35 perdió ayer el 1,01% y vuelve a arrimarse a la zona de los 7.800 puntos, al tiempo que las ganancias acumuladas en el año se reducen al 1,19%. El índice general de la Bolsa de Madrid bajó el 0,92% y cerró en 823,49.

Los grandes valores del mercado español sufrieron ayer con fuerza la presión vendedora, con pérdidas que llegaron a superar el 2%, como fue el caso de Telefónica, que cedió el 2,15%. El Banco SCH se salvó al acumular un castigo previo por su particular crisis y sólo bajó el 0,81%, mientras que el BBVA bajaba el 1,48%, Endesa el 1,21% y Repsol YPF el 1,12%.

La contratación descendió en el Mercado Continuo hasta los 2.331,39 millones de euros, y con una actividad institucional que sólo alcanzó los 265 millones de euros.

Entre el resto de los mercados europeos destacó el descenso de Francfort, con el 1,91% y una caída acumulada en el año del 4,76%. París perdió el 1,17% y en el año aún gana el 0,18%, mientras que Londres cedía el 0,94% y pierde el 1,43% en el ejercicio.

La Bolsa de Nueva York acusó el impacto de un déficit comercial que incluso puede empeorar en estos meses, pero, aunque a media sesión caída, el índice Dow Jones cerró con una leve ganancia del 0,26%. Las pérdidas anuales ascienden al 3,91%.