Una antológica recuerda la galería segoviana La Casa del Siglo XV

El Museo de Arte Contemporáneo Esteban Vicente de Segovia ofrece una antológica centrada en la actividad que la galería La Casa del Siglo XV desarrolló durante 38 años, hasta que cerró en 2000. Dicha actividad se cifra en cerca de 500 exposiciones de 270 artistas.

La exposición, que permanecerá abierta hasta el 5 de septiembre próximo, es la culminación de un proyecto subvencionado por Caja Madrid para la realización del inventario y la catalogación del archivo y los fondos artísticos -más de 10.000 documentos y cerca de 800 piezas, entre pintura, escultura y obra gráfica- de esta emblemática galería, propiedad de los hermanos Jesús y Ángel Serrano. Ambos desempeñaron una importante labor en la promoción del arte contemporáneo. Todo, pese a que inició la actividad en pleno franquismo, unos años poco favorables a romper con lo establecido.

Bajo el título El siglo XX en La Casa del Siglo XV, el museo segoviano ha seleccionado 120 obras de 80 artistas, todas ellas expuestas en la galería junto a fotografías, catálogos y artículos. En el primer bloque, dedicado a los maestros del arte español, se presentan trabajos de artistas como Emiliano Barral, Picasso, Eugenio Granell, Joan Miró, Eduardo Chillida y Joan Brossa, que celebró en Segovia su primera exposición fuera de Cataluña.

Arte gráfico

Otro apartado, que constituye el grueso de la exposición, engloba a pintores y escultores como Alfredo Alcaín, Elena Asins, Feliciano, Salvador Victoria, Darío Villalba o el Equipo Crónica, como paso a la sección de arte gráfico en la que se muestra una importante colección de artistas, que generalmente figuraron en colectivas, desde Gordillo a José Guerrero, Julio López Hernández, Hernández Mompó, Leandro Silva, Campano, Broto, Maruja Mayo y Canogar, entre otros.

Asimismo se exponen proyectos singulares, representados por obras o por documentación, como las intervenciones en el paisaje urbano del escultor Moro, la exposición al aire libre de Coomonte, la muestra internacional de arte por correo o la correspondencia que se mantuvo con Cristo, para que empaquetara el acueducto, algo que no se llegó a realizar.

Para el comisario de la exposición y subdirector del museo, José María Parreño, la galería segoviana, como muchas de las del momento, "necesitó tener un pie en el comercio para poder salir adelante, porque también fue tienda de regalos y discos, un elemento fundamental para reanudar una historia cortada por la guerra y construir el futuro, con exposiciones de artistas consagrados". Por allí se vieron obras de autores que van desde Barral hasta Picasso y se desarrolló una importante faceta cultural en una época de pleno aislamiento de las corrientes internacionales del arte.