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Tribuna:FÓRUM DE BARCELONA | Opinión
Tribuna
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'El mundo hoy', la puerta de los diálogos

"Ya que las guerras empiezan en las mentes de las personas, es en las mentes de éstas donde se han de construir las defensas de la paz" (constitución de la Unesco).

Con la reunión de las personas diferentes y divergentes, promoviendo la cultura de escuchar y cuestionando lo obvio, los diálogos del Fórum pretenden contribuir a la construcción de las defensas de la paz a partir de una mayor comprensión, respeto y conocimiento de los retos, problemas y oportunidades del mundo de hoy. Cómo compartimos nuestro planeta, cómo compartimos nuestra humanidad y en qué marco de valores y reglas lo hacemos, y queremos hacerlo en el futuro, son los grandes temas a los que nos enfrentamos al inicio del siglo XXI y que se debatirán a lo largo de 141 días en el foro de Barcelona.

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Declaración de Barcelona

El mundo hoy aspira a abrir este camino y a situar algunas cuestiones globales en el escenario global y local. Los procesos de globalización, al lado de la homogeneización, han comportado también diferenciación, segmentación, exclusión y discriminación, que han acentuado la inseguridad global. El final de la guerra fría supuso el final de algunas tensiones históricas, pero puso otras en cartera. A pesar de los esfuerzos realizados, la proliferación de armas nucleares, biológicas y químicas continúa, el tráfico de armas se consolida como una actividad en auge y los gastos militares se disparan. El crecimiento del terrorismo y el tráfico ilegal de materiales nucleares convierten la cuestión del desarme nuclear universal en un elemento esencial para la supervivencia del planeta. Para asegurar la no proliferación nuclear, el debate de la seguridad debe unirse a cuestiones éticas que planteen las condiciones de convivencia de seres humanos y regímenes con valores diferentes y divergentes. La verdadera paz no es la ausencia de tensión, sino la presencia de justicia y hermandad, dijo Martin Luther King hijo. El mayor atentado contra la justicia que se da en la comunidad humana y la primera violación de los derechos humanos es la existencia de más de 1.200 millones de personas en la más extrema pobreza. En la sociedad de la obesidad, el hambre mata. Cincuenta años después de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, el tráfico de personas y órganos se dispara, la libertad de expresión se coarta. En el siglo de la sociedad del conocimiento, 1.000 millones de personas no saben leer ni escribir su nombre. La pobreza, las injusticias y las humillaciones, objetivas o percibidas, son origen de desesperación y violencia.

Construir un mundo más seguro, más próspero y más justo antes del año 2015 es la base del pacto global entre países ricos y pobres concretado en los Objetivos del Milenio, firmados en el año 2000 por 189 países. Este pacto requiere la actuación y concurrencia de las Naciones Unidas, de los gobiernos y de los ciudadanos del mundo. Existe una brecha creciente entre una economía cada vez más abierta y la debilidad de los sistemas de gobernabilidad. Al lado de los estados, numerosos actores de distinta naturaleza y capacidad de actuación inciden en la agenda global. Su trabajo individual y conjunto, las relaciones entre ellos, sus objetivos, actuaciones e impactos pueden constituirse en materia prima para la definición de un nuevo paradigma de relaciones internacionales adecuado a las necesidades y los retos del siglo XXI. Para hacerlo, sin embargo, debemos tener muy presente la recomendación de Einstein, sin duda un referente para todos los diálogos del Fórum: "No podemos resolver problemas utilizando el mismo tipo de pensamiento que usamos cuando los creamos".

Debemos trabajar en la construcción de una inteligencia colectiva donde los datos no se confundan con información, la información con el conocimiento y el conocimiento con la sabiduría. Esa inteligencia colectiva es lo que nos hace humanos y debe concretarse en la consideración de distintas opiniones y visiones, y en la capacidad de considerar, en los procesos de construcción de posiciones y soluciones, una multiplicidad de factores en toda su complejidad y de actores en toda su multilateralidad. El Fórum ha trabajado con entidades e individuos de todo el mundo para construir propuestas de cambio y lanzar procesos que pueden contribuir a encontrar nuevos enfoques para solucionar problemas globales. Estas propuestas, como la Agenda 21 de la Cultura, el borrador de la convención del agua, los protocolos de reconciliación y el observatorio de la libertad de información, entre otros, inician vías de trabajo que representan una transformación en los valores y las reglas de gobernabilidad. Para ello se ha escuchado y se escuchará a las personas expertas; a los líderes políticos, sociales y culturales; a las personas que analizan, reflexionan y proponen, pero también, y muy especialmente, a las que experimentan y trabajan día a día, en todos los rincones de este mundo, para hacer este planeta un poco mejor, más habitable y duradero.

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De todo ello hablarán, entre otros, Rafael Argullol, Eduardo Galeano, Evelyne Herfkens, Gilberto Gil, Robert McNamara, Aruna Roy, Jorge Semprún, Rafael Vilasanjuan, Bertrand Ramcharan, Kim Campbell, Amitai Etzioni, Jim Garrison, Douglas Lummis, hoy y mañana en Barcelona, con el testimonio directo de cinco jóvenes procedentes de Colombia, Albania, China, Tayikistán y Guinea-Conakry. Todos estáis invitados.

Mireia Belil es directora de diálogos del Fórum Barcelona 2004.

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