El ministro del Interior español se reúne hoy con su homólogo marroquí

Pese a los tiempos que corren, el terrorismo no será el plato fuerte de la reunión que hoy celebran en Madrid los ministros del Interior de España, José Antonio Alonso, y de Marruecos, Mustafá Sahel, indican fuentes de ambos países. La cita ha sido solicitada por las autoridades marroquíes para poner a punto la Operación Paso del Estrecho, el tránsito por España, a lo largo de verano, de 2,5 millones de magrebíes, con unos 600.000 vehículos, que regresan de vacaciones a su país.

La delegación que acompaña a Sahel, y que llegó anoche a Madrid, es reveladora de sus intenciones. Junto con el ministro viajaron Zulika Nasri, consejera real encargada de la fundación Mohamed V; Omar Azziman, presidente de la Fundación Hassan II, que aporta una ayuda a los emigrantes en tránsito, y el general Hamidu Laanigri, director de la Seguridad Nacional.

La operación veraniega reviste gran importancia para el rey Mohamed VI que acude al puerto de Tánger para acoger a los que desembarcan procedentes de Almería. Cuando, a finales de abril de 2001, el presidente José María Aznar advirtió de que el fracaso de la negociación pesquera tendría "consecuencias" sobre la relación con Marruecos, el monarca temió que se entorpeciese el tránsito. Envió inmediatamente a Madrid a sus ministros de Exteriores, Mohamed Benaissa, e Interior, Ahmed Midaui, para aclarar las intenciones españolas.

La mayor trashumancia humana anual por tierra en Europa se ha desarrollado, pese a todo, sin graves problemas. Este año, tras los atentados del 11-M, protagonizados por marroquíes, las fuerzas de seguridad estarán especialmente atentas a que los terroristas no aprovechen la marea humana para huir, indican fuentes policiales.

Cooperación antiterrorista

Aunque no es prioritaria en la agenda de hoy, la cooperación antiterrorista saldrá a relucir. Se estudiará la creación de una comisión de seguridad mixta en la que participen la Guardia Civil, la Policía y el Centro Nacional de Inteligencia junto con sus tres equivalentes marroquíes. El general Laanigri cree, no obstante, que no existe relación "orgánica" entre los atentados de Madrid y Casablanca, en los que murieron, hace un año, 45 personas. El único vínculo es "que Jamal Zugam [marroquí inculpado por el 11-M] reclutó a Abdelaziz Benaich, un marroquí encarcelado en España por sus lazos con Al Qaeda y cuya extradición pedimos" tras la tragedia de Casablanca.

Laanigri, uno de los hombres más poderosos de Marruecos concedió su primera entrevista al diario francés Le Figaro, en la que explicaba, el sábado, la masiva presencia de marroquíes en los movimientos terroristas "porque han llegado tarde a la yihad y quieren hacer méritos". Pero, recalca, "que son los ejecutores y no los cerebros" de los atentados y concluye que "es falso afirmar que Marruecos produce terrorismo".