Una bomba mata a 15 personas en una mezquita de la ciudad paquistaní de Karachi

Al menos 15 personas murieron y alrededor de un centenar resultaron heridas ayer en una explosión en una mezquita chií en la ciudad de Karachi, el centro económico de Pakistán. El ataque, presuntamente llevado a cabo por un suicida, tuvo lugar en el día de culto para el islam, cuando docenas de fieles abarrotaban la mezquita de un distrito comercial de la ciudad. Entre los heridos, una treintena sufren graves lesiones, con lo que el número de víctimas mortales podría aumentar, según fuentes hospitalarias.

El presidente de Pakistán, Pervez Musharraf, ha ordenado una investigación después de calificar el suceso como "un atroz acto terrorista". La explosión destruyó parte de la estructura del edificio y su tejado y provocó escenas de pánico. "Es un acto evidente de terrorismo. Es la obra de los enemigos de la paz. Tienen como objetivo inocentes fieles", declaró el consejero provincial de Seguridad Aftab Sheij.

En Pakistán, los enfrentamientos entre la comunidad mayoritaria suní y la minoría chií son una constante. El pasado dos de marzo, radicales suníes mataron a 40 chiíes que desfilaban en una procesión en la ciudad de Queta.

El de Karachi no fue el único atentado de ayer, Una bomba colocada en una bicicleta explotó en el exterior de un tribunal superior de la ciudad de Quetta, en el suroeste del país, aunque no hubo muertos en esta ocasión.

Por otra parte, la policía paquistaní investiga la violación de dos mujeres, supuestamente aprobada por la asamblea de un poblado para zanjar una "cuestión de honor", según informa la agencia Efe. Aunque es un delito castigado por la ley, este tipo de violación está arraigado en la tradición tribal islámica.