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Reportaje:

Melody y Albert

Descartado el suicidio de los novios de Mas de Barberans, el joven aparece como autor de las muertes

El silencio era abrumador en Mas de Barberans (Montsià). Ayer a las cinco de la tarde la calle estaba llena. Ni un sonido. Era la hora del funeral conjunto de los novios Melody Lleixà y Albert Subirats, y todo el pueblo acudió a darles el último adiós, en una ceremonia religiosa conjunta que hizo que la iglesia del pueblo se quedara pequeña.

La pareja apareció muerta en la madrugada del martes en el garaje de la familia del joven, de 18 años, y todos los indicios apuntan a que fue él quien apretó el gatillo de una escopeta de caza, propiedad de su padre, que terminó con la vida de Melody pocos días antes de que ésta cumpliera 16 años. Luego Albert se disparó en el cuello.

La autopsia de la chica reveló que fue esto lo que sucedió, pese a que en un primer momento tomó fuerza la hipótesis de que se trataba de un suicidio pactado. Ayer nadie pensaba en esta teoría, y el funeral reunió a ambas familias y al círculo de amigos de la pareja. Fueron éstos quienes llevaron los féretros a hombros, en un funeral que conmocionó también a los municipios vecinos, ya que Melody estudiaba en el cercano instituto de Santa Bàrbara, donde acuden alumnos de seis pueblos de los alrededores.Las entrevistas de la Guardia Civil en el entorno de amigos y compañeros estudiantes de los novios revelaron que la pareja mantenía una intensa relación sentimental marcada por los altibajos. Asimismo, en medios de la investigación se añade que el diario de Melody define a Albert como "posesivo" y que la misma noche del lunes la amenazó de muerte. Una vecina declaró, además, haberlos oído pelearse la madrugada del martes, poco antes de entrar en el garaje donde la madre del joven encontró los cuerpos a las 6.45 horas. Los presuntos flirteos de la joven pudieron ser el detonante de una última crisis de pareja, que terminó con la vida de ambos.

Todo empezó la noche del pasado lunes, cuando la pandilla de la pareja tenía previsto salir a cenar para despedir a un amigo que había pasado las fiestas mayores en el pueblo. Melody y Albert estuvieron tomando un refresco en el bar del pueblo mientras se les hacía la hora de ir a cenar. Los testigos no vieron en su actitud nada raro. Tras la cena, ya de madrugada, Melody y Albert fueron paseando hasta casa de éste. Alguien los oyó discutir airadamente. Luego, en el interior del garaje, nadie sabe con exactitud lo que pasó. La misma vecina que afirmó que habían discutido oyó también dos fuertes golpes seguidos. Dos disparos, con toda seguridad, pero como era una noche de fuerte viento no dio importancia a los dos golpes secos.

Archivo de la causa

El fiscal jefe de Tarragona, José María Parra, apuntó el mismo día del suceso que se trataba de un nuevo caso de violencia doméstica y añadió que la causa penal quedaría archivada al haber muerto el presunto homicida, aunque podría abrirse un proceso civil si la familia de Melody decidiera presentar una demanda para percibir una indemnización.

El hecho de que las familias optaran por un funeral conjunto e incluso repartieran entre los asistentes al entierro idénticas estampas de recuerdo de los dos jóvenes induce a pensar que no se ha abierto el enfrentamiento. Un concejal de Mas de Barberans señalaba ayer que en un pueblo tan pequeño -unos 700 habitantes- no tendría sentido celebrar los funerales por separado, y más teniendo en cuenta que prácticamente cada casa tiene algún vínculo familiar con alguno de los fallecidos y que el entorno de amigos es prácticamente el mismo.

El duelo por el caso de Mas de Barberans trascendió más allá de la comarca del Montsià. El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Reus (Baix Camp), que cada vez que se produce una muerte por violencia doméstica, se reúne en la plaza del Mercadal durante cinco minutos de silencio, ayer no faltó a la cita. Y el Instituto Catalán de la Mujer, a través de un comunicado, condenó el "asesinato" de la joven.

Los dos coches fúnebres dirigiéndose al cementerio con los cuerpos de los dos novios de Mas de Barberans.
Los dos coches fúnebres dirigiéndose al cementerio con los cuerpos de los dos novios de Mas de Barberans.JOSEP LLUÍS SELLART

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