Madrid se prepara para la boda real sin olvidar a las víctimas del 11-M
192 árboles situados en la glorieta de Atocha recordarán a los fallecidos en el atentado
Madrid se transformará para la boda del Príncipe de Asturias con Letizia Ortiz. El decorador Pascua Ortega, director artístico del equipo que está diseñando cómo engalanar la ciudad, reveló ayer sus planes. "Madrid vivirá una celebración contenida, sin olvidar a las víctimas de los atentados del 11 de marzo", dijo. Y como homenaje a los fallecidos se colocarán 192 árboles en torno a la fuente de la glorieta de Atocha. Serán olivos y cipreses y compondrán un espacio al que se le conocerá como el Bosque de los Ausentes.
Está previsto que los novios, en su recorrido por las calles de la ciudad, tengan en ese punto un gesto de recuerdo para los que ya no están.
Pascua Ortega explicó que Madrid, en los días previos a la boda, se vestirá de los colores que dominan en un atardecer de Madrid en primavera: "Blanco, rosa, plata y ocre".
El recorrido de la boda ya está decidido, pero no se dará a conocer hasta el mismo día 22, y si hay alguna filtración se variará. El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, no quiso por ello aportar apenas datos: "Cuando se conozca, a nadie le sorprenderá. Es el recorrido más bonito de todos los posibles".
La decoración para la boda real se notará en los 21 distritos de la capital, pero de manera especial en la zona centro. En estas calles se distribuirán 6.000 colgaduras para balcones, 400 gallardetes y 150.000 plantas de flores, 17.000 de ellas regaladas por Holanda. Además se repartirán 180.000 abanicos. "Se trata de un elemento muy español", señaló Ortega, "espero que hagan falta ese día y no los paraguas, porque si no me habré equivocado", añadió.
"La primavera es la fuente de inspiración como idea de alegría, renovación y color", indicó el decorador durante la explicación de su proyecto para la ciudad. "Madrid debe florecer como la primavera y tener una imagen de vida, luz y esperanza", afirmó.
Unos 35.000 metros cuadrados de telas impresas con retazos de obras famosas de pintores españoles como Goya, Velázquez y Antonio López cubrirán aquellos andamiajes y estructuras de obras que se encuentren en el recorrido. En todos predominará la idea de los "cielos de Madrid". Para ello, según señaló Ruiz-Gallardón, se ha contado con la ayuda de los museos de la ciudad y con la colaboración y la complicidad de ciudadanos y empresas que harán posible esta gigantesca decoración.
El Madrid moderno se evocará utilizando las farolas ya existentes y uniéndolas entre ellas con lazos de plata y fucsia. En la parte superior de las farolas habrá grandes bolas, unas cubiertas de flor y otras en los colores elegidos para ese día. La idea de Pascua Ortega es reflejar el Madrid "cosmopolita, urbano, moderno y metropolitano".
El Madrid romántico se reflejará en otra zona del centro de la ciudad. En ella, las farolas cambiarán su decoración para convertirse en almendros en flor.
El Madrid clásico estará decorado con grandes obeliscos y copas cubiertos de flor. Además, en ese tramo comenzará la decoración con gallardetes de diferentes tamaños y modelos. La fuente de inspiración para este espacio es el Madrid de la Ilustración.
En la decoración floral, que jugará un importante papel en el trabajo de Pascua Ortega, se utilizarán flores y árboles como topiarios verdes, peonías, rosas, fresias y hortensias.
En las calles habrá música en directo: desde el barroco del Madrid de Luigi Bocherini hasta house, jazz, o guitarra española. La luz también jugará un importante papel. La iluminación se realizará en los mismos tonos que marcarán toda la decoración de la boda.
La colocación de todos los elementos comenzará a notarse en la capital de España a partir del próximo día 17. Pero serán los días 20 y 21 cuando se desplegarán todas las piezas. Para realizar esta transformación trabajará durante todas las noches de la semana previa a la boda un equipo de 1.000 personas, 400 de ellas voluntarias.
Pascua Ortega y su equipo de colaboradores han realizado un logotipo para el acontecimiento, que está encabezado con una M mayúscula de Madrid, recoge la palabra mayo en la segunda línea y debajo aparece la cifra 2004. "La tipología empleada es la que creó Gianbatistta Bodoni en el siglo XVIII y que se usó en el Madrid de la Ilustración. Es la M que figura en la Puerta de Alcalá", explicó el decorador.
Alberto Ruiz-Gallardón no quiso hablar de cuánto dinero se gastará el Ayuntamiento de Madrid en engalanar sus calles: "No hacemos un gasto, hacemos inversión. Ese día, millones de personas estarán pendientes de esta ciudad y es por tanto una ocasión inmejorable para mostrar nuestra mejor imagen. Pero al final todas las cuentas se mostrarán públicamente", dijo el alcalde.
Para los días previos a la boda real se espera, además, que Madrid cuente con una ocupación hotelera "máxima", añadió Ruiz-Gallardón.
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