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LA POSGUERRA DE IRAK | La situación en Faluya

EE UU reemplaza al general iraquí de Faluya por haber participado en la represión de Sadam

Radicales chiíes atacan a tropas estadounidenses en la antigua base española de Nayaf

La situación militar se complica cada día que pasa para las tropas de EE UU, a pesar de que mantienen una fase de contención en las ciudades asediadas de Nayaf y Faluya. Los rebeldes del Ejército del Mahdi lanzaron un intenso ataque con proyectiles de mortero contra la base norteamericana en las afueras de Nayaf. En Faluya, los militares se han visto obligados a reemplazar al ex general de Sadam al que habían encargado la pacificación de la localidad rebelde porque está acusado de participar en la salvaje represión de la revuelta chií de 1991.

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La prudencia también se aprecia en Faluya, donde los militares relajaron la semana pasada el cerco y designaron a Jasim Mohamed Saleh, un general de la Guardia Republicana de Sadam, para garantizar la seguridad en la belicosa ciudad. No obstante, ayer se dio marcha atrás con el nombramiento de otro general, Mohamed Abdul Latif, después de las protestas de varios miembros del Consejo de Gobierno Iraquí. Éstos alegan que el general Saleh participó en la brutal represión de los chiíes después de la guerra del Golfo, en la primavera de 1991.

Los milicianos del Ejército del Mahdi sometieron a un severo bombardeo con morteros la base de EE UU en Nayaf, a 170 kilómetros al sur de Bagdad, y utilizada por las tropas españolas hasta finales de abril. La lluvia de proyectiles -20 en dos andanadas- y los disparos con armas de fuego ligeras comenzaron durante la madrugada y se prolongaron durante buena parte de la jornada. Aunque el coronel Brad May restó importancia al ataque, el teniente coronel Pat White, jefe del destacamento, subrayó a la agencia Reuters que fue "mayor de lo que estábamos acostumbrados". El cerco de las tropas a la ciudad santa chií comenzó en abril, cuando Múqtada al Sáder se refugió en ella con centenares de sus fieles más leales después de hacer un llamamiento a la rebelión generalizada.

Aunque los francotiradores se apostaron en los tejados de la base, los helicópteros Apache sobrevolaron la zona y un portavoz militar informó de que algún miliciano murió, parece evidente que los mandos militares están apostando por la mesura en torno a la ciudad santa para no exacerbar aún más los siempre caldeados ánimos de los seguidores de Al Sáder. "Mantendremos este tipo de defensa hasta que mis mandos nos permitan maniobrar en la ciudad", dijo White a la CNN. El ataque de los insurgentes se produce después de que un colaborador de Al Sáder, Adnan al Anbaky, muriera en Hilla, a pocas decenas de kilómetros de Nayaf, este fin de semana.

En Faluya, un bastión suní a 50 kilómetros al oeste de Bagdad, la coyuntura tampoco es sencilla. Los insurgentes celebran como una sonada victoria la retirada a las afueras de la localidad de los soldados norteamericanos. Estados Unidos decidió nombrar el pasado viernes al general Jasim Mohamed Saleh al frente de las fuerzas de seguridad que deben hacerse con el control de esta ciudad. Pero la designación de este ex alto oficial de la Guardia Republicana -fuerza de élite de Sadam Husein- ha topado con la enérgica oposición de algunos miembros del Consejo de Gobierno Iraquí, designado y controlado por Washington. Acusan a Mohamed Saleh de haber tomado parte en la salvaje represión de los chiíes en el sur de Irak, cuando éstos se alzaron contra el régimen de Sadam confiando en que serían respaldados por las tropas norteamericanas. Les dejaron en la estacada y murieron por miles.

Latif, oficial de inteligencia entrenado en Gran Bretaña y que, al parecer, sufrió el exilio y la prisión bajo el régimen baazista, ha participado en reuniones con los marines para organizar la brigada encargada de mantener el orden, según indicó el teniente general James Conway. Hoshiar Zebari, ministro de Exteriores iraquí, dijo ayer en conferencia de prensa en Bagdad que "el Consejo no tiene objeción al nombramiento del general Latif al frente de la brigada".

Por su parte, el jefe del Estado Mayor del Ejército de EE UU, Richard Myers, salió ayer al paso, en varias cadenas de televisión, para atajar la confusión sobre el polémico nombramiento: "Contemplamos que hay otro general para hacerse cargo de la misión". Myers advirtió, no obstante, de que los marines "no se han retirado de Faluya". "De ninguna manera", concluyó, "la campaña de Faluya ha terminado". El jefe del Ejército acusó a los medios de informar mal sobre la situación en la ciudad suní y sobre la designación de Saleh. Pero este oficial iraquí se presentó el viernes con su uniforme para tomar el mando, algo que difícilmente habría hecho sin el visto bueno estadounidense. Un militar estadounidense citado por Reuters no descartaba ayer, no obstante, que Saleh jugara algún papel en la nueva brigada.

Por otro lado, un soldado estadounidense murió ayer en el sur de Bagdad y dos resultaron heridos por disparos de insurgentes cuando vigilaban un depósito de armas descubierto la noche anterior.

El general Saleh (izquierda) y el general Latif (centro), de paisano, el jueves en una base norteamericana en Faluya.
El general Saleh (izquierda) y el general Latif (centro), de paisano, el jueves en una base norteamericana en Faluya.AP

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