El nuevo director de la Guardia Civil pedirá la excedencia en el Ejército del Aire

El nuevo director de la Guardia Civil, el general de división Carlos Gómez Arruche, ascenderá a teniente general en el próximo Consejo de Ministros y, a continuación, pedirá la excedencia en las Fuerzas Armadas, según fuentes de Defensa. Con esta doble decisión, el Gobierno pretende facilitar el aterrizaje del nuevo responsable del instituto armado, que hoy jurará su cargo en la sede de Interior.

El ascenso a teniente general de Gómez Arruche (pese a llevar poco más de dos años en su actual empleo) lo situará por encima, en rango militar, de los cinco generales de división que tiene la Guardia Civil. El pase a la situación de excendencia lo desvinculará de las Fuerzas Armadas, por lo que dejará de estar sujeto a las leyes disciplinarias y penales militares, aunque podrá reincorporarse al servicio activo al término de la misma. Tampoco participará, según las fuentes consultadas, en las reuniones del Consejo Superior del Ejército del Aire.

En Defensa se estudió la posibilidad de que Gómez Arruche siguiera en servicio activo, y se considerara la dirección de la Guardia Civil como un destino militar más, pero al final se ha optado por separarle del Ejército, pues su cargo es de confianza política y deberá responder de su gestión ante el Parlamento.

La ley del Régimen del Personal de las Fuerzas Armadas, de 1999, prevé que pasen a excedencia voluntaria los militares que sean nombrados altos cargos, de ministro a director general. El director general de la Guardia Civil tiene rango de subsecretario.

"Compás de espera"

Por otra parte, una delegación de la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC), encabezada por su presidente, Fernando Carrillo, fue recibida ayer por el secretario general del Grupo Socialista, Diego López Garrido.

Este último, según explicó Carrillo, ratificó el compromiso de aplicar el programa electoral del PSOE. En concreto, la reforma de la ley disciplinaria de la Guardia Civil para eliminar los arrestos y adaptarla al régimen general de los funcionarios y la no aplicación del Código Penal Militar a los agentes, salvo cuando realicen misiones de carácter militar; así como la regulación del derecho de asociación profesional en el seno del instituto armado.

Carrillo explicó que la AUGC, que agrupa a más de 20.000 guardias, pedirá una entrevista con el nuevo director general y está en "un compás de espera", aunque no ocultó su "profunda inquietud", pues la elección de un militar va en contra del proyecto de lograr unos cuerpos policiales plenamente civiles.