Una generación perdida
Una exposición recuerda en Sevilla las dramáticas peripecias de los menores exiliados durante la Guerra Civil
La Guerra Civil trajo como una de sus consecuencias más dramáticas el exilio de miles de niños, que se vieron asaltados por el horror de un país en el que hermanos se buscaban como fieras para matarse. Durante la contienda española fueron evacuados alrededor de 30.000 niños. Se calcula que en junio de 1938 había en Francia unos 11.000 críos españoles exiliados. El éxodo de principios de 1939 llevó al destierro a cerca de 70.000 niños.
La Casa de la Provincia de Sevilla acoge la exposición El exilio de los niños. La muestra fue inaugurada ayer por la tarde por el presidente de la Junta, Manuel Chaves, que estuvo acompañado por el presidente de la Diputación de Sevilla, Luis Navarrete; el presidente de la Fundación Francisco Largo Caballero, Antón Saracíbar; el director de la Fundación Pablo Iglesias, Salvador Clotas, y el presidente de Caja Duero, Julio Fermoso. Chaves hizo un alegato contra las guerras ante un centenar de personas. "Todas las guerras son injustas. Los niños son los grandes perdedores de las guerras", dijo el presidente andaluz. Chaves recordó que "el valor humano de la exposición" radica en que "refleja a una generación perdida" de personas que podían haber aportado mucho más a la sociedad española. El presidente de la Junta recalcó la necesidad de no olvidar nunca el pasado, puesto que "un pueblo que pierde la memoria no será un pueblo que vislumbre con éxito el futuro".
Chaves también tuvo palabras para la "guerra injusta e incivil de Irak", en la que "están muriendo seres inocentes y niños". "Tenemos que luchar para que haya un orden internacional justo en el mundo, lo que implica que no haya guerras preventivas y que se respete la legalidad y el papel de las Naciones Unidas". "Sólo trabajando en esa dirección evitaremos en el futuro la existencia de guerras", agregó el presidente de Andalucía.
La exposición reúne documentos y fotografías que evocan las peripecias vividas por unos niños que tuvieron que escapar a países como Francia, Bélgica, México, la extinta Unión Soviética y el Reino Unido. Los documentos y fotografías proceden de colecciones privadas, el Archivo Histórico Nacional, el Archivo General de la Administración, el Centro de España en Moscú, la Fundación Largo Caballero y los Archivos de Niños de la Guerra en Bruselas, Euskadi, Lieja y Madrid, entre otros.
El exilio de los niños se distribuye en siete paneles: Los orígenes: de una sublevación militar a una guerra civil; Movimientos de población, desplazamientos internos y evacuaciones al extranjero; Las colonias escolares. Del éxodo al exilio permanente. Los retornos; Evacuaciones de niños al extranjero durante la guerra; Evacuaciones de niños al extranjero durante la guerra: Bélgica; Evacuaciones de niños al extranjero durante la guerra: Unión Soviética, y México: los niños de Morelia.
La ofensiva de las tropas franquistas en el frente norte en septiembre de 1936 provocó la primera evacuación de pequeños grupos de niños hacia Francia. Con todo, las primeras expediciones oficiales organizadas se remontan a marzo de 1937. La evolución de la guerra en el norte aceleró ese proceso, que incluyó expediciones infantiles hacia la Unión Soviética, Francia, Bélgica y el Reino Unido, países que acogieron el mayor número de niños. Otros críos fueron enviados a Suiza, Holanda y Dinamarca. Suecia y Noruega sostuvieron colonias en Francia. A México fueron los llamados Niños de Morelia. La mayoría de los países facilitaron la repatriación de los menores con la excepción de México y la Unión Soviética, que no mantenían relaciones diplomáticas con la España franquista.
Organizada por la Fundación Pablo Iglesias y la Fundación Francisco Largo Caballero de UGT en colaboración con la Diputación de Sevilla y Caja Duero, la exposición ha pasado por Bilbao, Salamanca y Barcelona. Estará abierta hasta el 30 de mayo, de lunes a sábado de 10.00 a 14.00 y de 17.00 a 21.00. Los domingos y festivos abrirá de 10.00 a 14.00.
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