Un péndulo en la mochila

Los alumnos de María del Carmen Jiménez, profesora de la Escuela de Enfermería de la Universidad de Jaén, son un tanto particulares. Junto a los tradicionales libros y apuntes, no pueden olvidar otra herramienta de trabajo: el péndulo. Esta antropóloga y profesora de Enfermería geriátrica también imparte otra asignatura de las consideradas de libre configuración, Autorregulación energética y calidad de vida, no adscrita a ningún plan de estudios específico y dirigida a cualquier alumno que busque completar su formación académica.

"El objetivo del curso es descubrirles a los estudiantes que existen unas energías en su cuerpo que pueden emplear no sólo en el plano académico sino también en su día a día", explica Jiménez. La primera lección de esta profesora se centra en el cerebro y se fundamenta en tesis doctorales y estudios científicos que proceden de la Psicología y la Medicina. Según cuenta María del Carmen, el cerebro se divide en dos hemisferios, el derecho, el más intuitivo que utilizamos cuando creamos, imaginamos o soñamos, y el izquierdo, que entra en funcionamiento con la lógica y los razonamientos. "En mi clase nos centramos en el hemisferio derecho, el más sensitivo y el encargado de emitir las ondas alfa. Es el que más utilizamos cuando somos niños, pero el que relegamos a un segundo plano al crecer, conforme vamos adquiriendo conocimientos", indica.

Jiménez considera que el mundo del cerebro es tan desconocido como apasionante. "Sólo utilizamos un mínima parte". A sus alumnos les enseña técnicas de relajación y visualización que, como repite, "son científicas y muy utilizadas por los terapeutas y la medicina para curar".

Esta profesora es consciente de que muchos no creen en todas las teorías que enseña, y recuerda a los escépticos y "a los que se ríen" que el conocimiento científico "es hoy lo que es porque un día se apoyó en el saber popular". Entre sus alumnos se encuentra Silvia Vallejo, estudiante de Humanidades, Lorenzo Hoyo, de Magisterio, o Rosa María, que estudia Ciencias Ambientales. Los tres, como el resto de sus compañeros de clase, reconocen que se matricularon "sin saber muy bien de qué iba". "Al principio estábamos un poco extrañados, pero luego, la materia nos ha enganchado", señala Rosa María.

Jiménez enseña a sus alumnos a controlar sus mentes y a visualizar, es decir, dirigir la atención interna hacia algo externo que se quiere modificar. "No son poderes mágicos de unos elegidos, al contrario, son facultades que tenemos todos y que tiene que practicarse todos los días, como cualquier otra disciplina. Pero también es cierto que hay muchas personas que utilizan todos estos temas de forma fraudulenta", lamenta.

Junto a las técnicas de visualización y relajación, Jiménez enseña también a utilizar el péndulo. "Hay que cogerlo de forma correcta, manteniéndolo a la distancia efectiva a la que se mueve y sólo puede responder a preguntas binarias", explica Rocío Rumí, estudiante de Enfermería.