La fiesta de la ampliación se vive en las fronteras
La alegría por la nueva Europa se concentró en las capitales y en los pueblos fronterizos de los antiguos y los nuevos socios de la UE
Desde Dublín hasta mil ciudades y pueblos húngaros se escuchó ayer el Himno a la alegría, de Beethoven, cuya melodía sobrevoló las decenas de celebraciones de la mayor ampliación de la historia de la UE. Cientos de miles de ciudadanos participaron en fiestas populares, algunas de enorme simbolismo, el día en que 10 países entraron en la Unión. La desaparición de fronteras -entre Eslovenia e Italia, entre Austria y la República Checa- fue uno de los temas que centraron la gran fiesta europea de ayer.
Muchos dirigentes se dejaron llevar por el lirismo, como el primer ministro francés, Jean-Pierre Raffarin, que afirmó: "Tengo lágrimas en los ojos. Las lágrimas de la memoria, de nuestras tragedias, de nuestros muertos, de nuestras vergüenzas, pero también son lágrimas de nuestra alegría".
ESLOVENIA
Cae el último muro
El presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, dio la bienvenida en la noche de ayer a los ciudadanos de los 10 nuevos países de la UE entre las ciudades de Nova Gorica (Eslovenia) y Gorizia (Italia) con la caída de la última barrera de la guerra fría, que separaba a estas dos localidades y que se ha convertido en un símbolo de la unificación de Europa. Las autoridades de las dos ciudades, separadas por una valla desde el final de la II Guerra Mundial, habían organizado un concierto en una nueva plaza situada justo en la frontera entre las dos localidades. Al grito de "Bienvenidos a Europa", cientos de italianos recibieron a sus vecinos eslovenos a medianoche. También se estrenó Gurs, una obra de Jorge Semprún, coproducida por varios teatros europeos, entre otros el Centro Andaluz de Teatro, dirigido por Emilio Hernández. "Otras naciones y otros países europeos van a decidir entrar en nuestro proyecto hasta que este continente se una en la paz y la democracia", señaló Prodi. "Bienvenidos a la nueva Europa. Cinco décadas después de que comenzase nuestro gran proyecto de integración, las divisiones de la guerra fría han desaparecido para siempre y vivimos en un Europa unida", agregó.
HUNGRÍA
El Danubio en el centro
El Danubio, un río que atraviesa nueve países europeos, se convirtió en el centro de las celebraciones de ingreso en Budapest. En el Puente de las Cadenas, símbolo de la capital húngara, se celebró una comida para todos los niños nacidos el 1 de mayo. El bulevar Andrássy, la calle más famosa de Budapest, cambió de nombre sólo por este fin de semana, para llamarse bulevar de Europa, pues alberga 25 escenarios que ofrecen tradiciones de baile y teatro de todos los países de la UE. Por la mañana, el primer ministro húngaro, Peter Medgyessy, y el canciller austriaco, Wolfgang Schüssel, reabrieron simbólicamente el desaparecido telón de acero en Soprón, como ya habían hecho los dos países en 1989. "Ninguna valla, ningún telón deberá separar a los europeos en el futuro", dijo Medgyessy.
POLONIA
Izada de la bandera europea
"Las puertas de la UE deben permanecer abiertas. Saludamos a los países que han unido su futuro a la UE. Saludamos a nuestros vecinos balcánicos y ucranios", aseguró el presidente polaco, Aleksander Kwasniewski, durante la ceremonia en la que se izó la bandera europea en un lugar de alto valor simbólico para un país que ha sufrido tanto durante el siglo XX: la plaza principal de Varsovia, que lleva el nombre del mariscal Jozef Pilsudski, el militar que devolvió a Polonia la soberanía tras la I Guerra Mundial. "Los sueños se convierten en realidad", agregó
Kwasniewski. Hubo también celebraciones en los pasos fronterizos con Alemania y con Eslovaquia, en las montañas Tatras.
ESLOVAQUIA
Tierra de los países
Los festejos se sucedieron en las ciudades más importantes de Eslovaquia, si bien el ambiente ha sido menos eufórico que en Hungría y en la República Checa. El presidente del Parlamento eslovaco, Pavol Hrusovsky, opinó que es más apropiado mantener una actitud mesurada hacia el gran acontecimiento histórico. "Los ciudadanos de Eslovaquia ven de forma muy realista su entrada en la UE. Vemos la integración como un punto culminante en una serie de cambios globales que nos afectan desde 1989 y en los cuales hemos también desempeñado un papel activo", comentó. En Bratislava, los embajadores de la UE formaron un pequeño túmulo con tierra traída desde los diferentes países. En el caso español, venía de El Escorial.
REPÚBLICA CHECA
Fuegos artificiales en Praga
Uno de los momentos más apoteósicos de las celebraciones tuvo lugar en Praga, donde un gran espectáculo de fuegos artificiales fue contemplado por cientos de miles de personas desde el monumental puente Carlos y sus aledaños. El ex presidente Vaclav Havel, símbolo de la democracia checa, afirmó: "Por primera pasamos a ser parte integrante de una gran entidad supranacional que no es el resultado de una guerra, sino que surgió de la voluntad de pueblos libres y de sus Estados democráticos". Mientras, de madrugada y dentro del proyecto artístico Permanent breakfast, el austriaco Fridemann Derschmidt, checos y austriacos compartieron una mesa de un kilómetro y medio de largo en el paso fronterizo que une las pequeñas ciudades de Retz y Znojno, informa Julietta Rudich. El ambiente fue jovial, aunque faltó el habla. Ni los austriacos quieren aprender checo, ni los checos, alemán. "Son dos idiomas muy difíciles, y de todas formas la lengua del futuro es el inglés", comentó una joven actriz de teatro ambulante. Ella espera que mejore la cooperación cultural entre ambos países. El concepto del artista Derschmidt, que viene realizando desayunos en todo el mundo desde hace dos años, apunta a explorar en espacio público. Y el espacio limítrofe entre la región de Bohemia y la Baja Austria "siempre fue muy triste", comentaba un comensal. Bajo el comunismo los campos de la zona estaban minados, desde las torres de control se disparaban a los checos que trataban de escapar a Occidente. Sólo después de la caída del telón de acero la gente de un lado y otro de la frontera ha empezado a salir de su arrinconamiento, donde vivían desconfiados y atemorizados. "El futuro sólo puede ser mejor", decía sonriente una campesina de 80 años.
CHIPRE
Alegría incompleta
La alegría del ingreso se vio ensombrecida porque la isla mediterránea entra partida, ya que la parte turcochipriota se ha quedado fuera. Como recordó el presidente de la República de Chipre, Tassos Papadopoulos, "la alegría es incompleta pues no habían podido celebrar ese momento con sus hermanos del sur de la isla", los turcochipriotas. Pese a ello, miles de chipriotas disfrutaron anoche en la plaza Elefheria, la mayor de Nicosia, de música moderna y tradicional.
MALTA
Herencia cristiana
El impresionante espectáculo de luz y sonido que la noche del viernes inundó el puerto de La Valetta, capital de Malta, fue recogido por la prensa. "Oda a Europa", titulaba The Times of Malta. En un país donde la religión católica tiene un influencia enorme, el ingreso fue celebrado ayer con una misa en la catedral de San Juan, del siglo XVI, en la que el arzobispo de Malta, Joseph Mercieca, insistió en la herencia cristiana del archipiélago.
LOS BÁLTICOS
Nuevo horizonte
Una protesta oscureció las celebraciones en Letonia, donde miles de escolares y padres de la minoría rusa se manifestaron contra la integración de su país en la Unión, pese a que el primer ministro letón, Imdulis Emsis, augura que con el tiempo disfrutarán "del cambio que la educación traerá al país". En sus vecinas repúblicas bálticas, Estonia y Lituania, las celebraciones fueron seguidas mayoritariamente por los ciudadanos, que en el caso de los estonios se sumaron a la iniciativa Planta un árbol, lema que la Presidencia estonia ha elegido para celebrar la primera jornada como integrantes de la UE. Para Lituania "se abre un nuevo horizonte", según el primer ministro Algirdas Brazauskas.
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