Una millonaria en Polonia
La caída del comunismo liberó en Polonia la iniciativa individual. La doctora en farmacia de 53 años Irena Eris constituye un ejemplo de ese espíritu.
Al concluir sus estudios, Eris se dedicó a la investigación, pero pronto sintió la necesidad de establecerse por su cuenta. A principios de los ochenta inició la producción de productos de belleza. Con la propaganda boca a boca, sus cremas alcanzaron prestigio hasta el punto de que no podían dar abasto para satisfacer la demanda "en un régimen que impedía el desarrollo de un empresario privado".
Asociada con su marido, el ingeniero Henryk Orfinger, que se ocupa de la gestión, la empresa Dr. Irena Eris se constituyó en 1983, y en 1987 se estableció en Piaseczno, a unos 20 kilómetros de Varsovia. Con el cambio de 1989 compraron terrenos para construir una fábrica y siguió un desarrollo vertiginoso en el sector de la cosmética.
A principios de los ochenta inició la producción de productos de belleza. Hoy cuenta con una fábrica que da empleo a 249 personas
Hoy día, la firma emplea a 249 personas, para mantenerse por debajo de los 250 que la convertirían en gran empresa; alcanza un volumen de negocio anual de 85 millones de zlotys (25 millones de euros), compite en el mercado polaco con las grandes marcas mundiales de cosmética, exporta a 20 países, tiene ya abierto un instituto en Moscú y mantiene un hotel destinado a las curas de belleza en las montañas del sur de Polonia.
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