La polémica sobre su título blasfemo lanza una obra teatral
'Me cago en Dios' se representa en el Círculo de Bellas Artes
Íñigo Ramírez de Haro, autor del montaje teatral Me cago en Dios, ha encontrado en su cuñada Esperanza Aguirre la mejor publicista de su obra, que pasaba sin pena ni gloria en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. Tras difundirse por todos los medios la indignación de la presidenta de la Comunidad de Madrid y del arzobispado, que la consideran blasfema, el público agota las entradas.
La presidenta de la Comunidad de Madrid pidió explicaciones el pasado martes al presidente del Círculo de Bellas Artes, Juan Miguel Hernández de León, en una carta que éste recibió "un día después que la prensa", según comentó un tanto dolido. La sombra de la reducción de subvenciones planeó en ese aviso del Gobierno regional, pero las partes aclararán posturas el próximo lunes en una reunión.
Los obispos han pedido la "retirada inmediata de cartel" de la obra. La consideran blasfema e incluso "un gravísimo delito punible". El portavoz socialista en la Asamblea de Madrid, Rafael Simancas, habla de los "instintos culturicidas de la presidenta" contra el Círculo, y Fausto Fernández, de IU, señala que "la cultura siempre es crítica". El vicepresidente regional, Ignacio González, afirmó ayer que "ese mismo título se programó hace meses en un centro municipal de Barcelona" y que "el alcalde, Joan Clos, del PSC, "obligó a cambiarlo". La realidad es que ese título al que alude González pertenece a un vídeo de Jaume Alcalde que se presentó en el centro La Capella en octubre de 2003, dentro de una exposición sobre arte y actualidad. El nombre, Meca
gum Dé
u, se incluía en la invitación a la muestra y fue retirado de la sala el mismo día de la inauguración. Además de las reacciones desfavorables de las entidades católicas, provocó las críticas de CiU y del PP.
El autor de Me cago en Dios se muestra "atónito" ante las reacciones escandalizadas sobre su obra, porque "su título es una frase que se oye continuamente en la calle".
M. C. E. D, aterrizó discretamente el 21 de abril pasado, en una pequeña sala del Círculo con capacidad para 50 personas. En cinco días (la función sólo se representa de miércoles a domingo) hubo una exigua cifra de 171 espectadores. Sin embargo, tras la polvareda mediática, las entradas se han agotado. Muchos de los que acuden a ver el espectáculo reconocen haberse lanzado intrigados por la polémica.
Este monólogo sobre los traumas de un pecador estreñido fue presentado en julio del pasado año en Nueva York, en un festival alternativo. En abril de este año pudo verse en México, y en agosto viajará a París. El texto puede leerse en un libro de la editorial teatral La Avispa, Me cago en Dios y otras cagadas... (cortas, lo prometo).
Ramírez de Haro sabe que "después de este lío" la estancia de M. C. E. D., que finaliza el próximo domingo, no se prolongará en el Círculo de Bellas Artes (la entidad también descarta la prórroga), pero confiesa que otros espacios escénicos madrileños ya le han tirado los tejos. Su próxima obra también se perfila provocadora: Lo siento, Sannum, Letizia
es nuestra reina.
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