Kate Bosworth descubre el amor en la comedia 'El chico de tu vida'
La película de Robert Luketic parodia el mundo de Hollywood
La nueva comedia romántica de Robert Luketic, el director que descubrió un filón de oro con su primera película, Una rubia muy legal, esboza una caricatura de Hollywood a través de sus personajes principales: Rosalee Futch, cajera de supermercado, y Tad Hamilton, su superídolo del cine. Sus caminos se cruzarán por un golpe de suerte, pero en la vida real, dice la joven protagonista, Kate Bosworth, "yo nunca caería en la situación de Tad. Hollywood es un mundo surrealista, donde priman las apariencias", señala en Londres durante la promoción de El chico de tu vida, que se estrena hoy en España.
Normalidad y extravagancia. Inocencia y frivolidad. Rosalee Futch y Tad Hamilton personifican en El chico de tu vida dos caras opuestas de la sociedad contemporánea. Por un lado, las rutinas de cualquier pueblo o capital de provincias, donde los adolescentes sueñan con las superestrellas del momento. Por otro, Hollywood, con sus extravagancias, excesos y excentricidades. "Los Ángeles es una gran ciudad, con cientos de posibilidades. Pero Hollywood me resulta demasiado superficial. Impera un estilo de vida extrañísimo, como no se ve en ningún otro lugar. ¿En qué otra ciudad se viste a los perros con collares de diamantes de Tiffany's? Es surrealista", afirma Kate Bosworth.
Nacida en Los Ángeles, Bosworth se codea con Hollywood desde su debú, con 14 años, en El hombre que susurraba a los caballos, de Robert Redford. "Nunca vi a los actores como semidioses o chulos insoportables, y esa película reafirmó mi percepción. Robert Redford se comportó conmigo como un caballero, veterano y encantador, de forma que mi primer encuentro con una persona famosa fue una experiencia buenísima".
Como su álter ego en El chico de tu vida, Bosworth también se enamoró platónicamente de su primer ídolo. "Estaba loca por Brad Pitt. No es mi estilo enamorarme de los famosos, pero es difícil ignorar a Brad Pitt. En Thelma y Louise es tan mono y adorable... Más tarde le conocí, y nunca más me enamoré de celebridades porque cualquier día pueden ser mis compañeros de trabajo", comenta esta actriz que la prensa del corazón relaciona sentimentalmente con Orlando Bloom.
Tareas de promoción han hecho coincidir a la pareja en Londres, pero el galán de El señor de los anillos está vetado como tema de la entrevista con un trío de periodistas españoles. La representante de Bosworth vela para que las preguntas no se desvíen del curso debido. "Me he visto en situaciones extrañas. Cada vez que atravieso una fila de periodistas, me siento rara. Me parece estrambótico que las celebridades se exhiban en la alfombra roja. Me voy acostumbrando porque forma parte de mi trabajo, pero ese tipo de situaciones todavía me pone de los nervios", asegura.
"Con tener talento es suficiente", añade. "No hay necesidad de exhibirse en público. Yo no me paseo por Hollywood para lucirme ni porque me atraiga ese estilo de vida. Es un mundo liderado por la industria del entretenimiento. Van a la última en cuanto a modas y valoran lo superficial, lo externo, luciendo siempre todo lo que uno tiene".
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.