El Congreso tendrá comisiones de Justicia y de Interior separadas

El Congreso de los Diputados aprobó ayer, en Pleno, una proposición del Grupo Socialista para adaptar las comisiones de la Cámara a la nueva estructura del Ejecutivo. A propuesta del Grupo Popular se aceptó que la Comisión de Justicia e Interior se desdoble para atender los asuntos específicos de cada departamento. El PP ha solicitado la comparecencia, en comisión, de todos los ministros del nuevo Gobierno.

Un fallo en el sistema electrónico de votación obligó a que el presidente del Congreso, Manuel Marín, ordenase votar a mano alzada la toma en consideración de la propuesta. El voto afirmativo fue unánime y ni siquiera necesitó recuento.

Subsanada esta deficiencia, el consenso logró ayer resultados parciales. Manuel Atencia (PP) defendió una enmienda para crear dos comisiones, una de Justicia y otra de Interior y para desdoblar, también, la de Fomento y Vivienda. Teresa Cunillera (PSOE) ironizó al decir que "como bienvenida al placer que le ha entrado al Grupo Popular por el control al Gobierno", aceptaban el desdoblamiento de Justicia e Interior, pero no de Fomento y Vivienda, que estarán en una sola comisión. El PP aceptó la transacción.

También se acomodaron algunas denominaciones a los nuevos departamentos ministeriales como la de Cultura y la de Industria, Comercio y Turismo.

Además, el PSOE anunció su propósito de acoger favorablemente, cuando se sustancie, la creación de dos comisiones no permanentes, propuestas por CiU, una de Seguridad Vial y otra sobre Discapacidad.

Con la reforma desaparece la Comisión de Ciencia y Tecnología, al igual que ha desaparecido el Ministerio del mismo nombre, cuyas competencias se han redistribuido entre el de Educación y Ciencia y el de Industria, Comercio y Turismo. Cunillera aseguró que no iban a "echar de menos aquella comisión dada la trayectoria que tuvo".

El Congreso, con supresiones y desdoblamientos, contará en la VIII legislatura con 16 comisiones permanentes, una más que en la anterior.

Alba, secretario general

Manuel Alba Navarro estrenó en el Pleno de ayer su cargo de secretario general del Congreso. La Mesa lo había nombrado el martes, tras la renuncia de Piedad García-Escudero, que venía ocupando el cargo. Alba Navarro de 46 años, casado y padre de dos hijas, es letrado de las Cortes desde 1981, y fue número uno de su promoción.

Entre 1988 y 1990 fue secretario general adjunto del Congreso y desde esa fecha hasta el 2002, letrado Mayor del Senado, con tres presidentes, Juan José Laborda (PSOE), y los populares Juan Ignacio Barrero y Esperanza Aguirre.

En la actualidad, desempeñaba la jefatura de la asesoría jurídica del Congreso y desde 1992 es profesor de Derecho Constitucional y Parlamentario en la Universidad Carlos III de Madrid.