Los nacionalistas reprochan al presidente que acordara la retirada por sorpresa

No hubo por parte de CiU, CC y PNV cambio de posición respecto al fondo de la cuestión, es decir, el criterio contrario al envío de tropas a Irak, pero estos grupos reprocharon al presidente del Gobierno que no informara de sus intenciones en el debate de investidura y, además, le instaron a que no se desentienda de Irak.El portavoz más exigente fue el canario Paulino Rivero, para quien España ha perdido una oportunidad de "subsanar el error de Las Azores" porque podía haber intentado un consenso europeo en torno a una resolución de la ONU antes de retirar las tropas.

Ahora toca trabajar para que la posición que ha tomado España no aparezca "desenfocada" en las instancias internacionales, demandó CiU.

En este debate casi todos los portavoces huyeron de recrearse en el pasado inmediato, es decir, en las razones que llevaron al anterior Gobierno, que presidía José María Aznar, a apoyar la guerra de Irak y, después, a enviar tropas españolas. Sí se hizo de pasada como mero recordatorio de lo que pensaban antes y ahora. Y no ha variado. Estuvieron y están en contra de esa guerra y de la participación de España. Así, Josep Antoni Duran, portavoz de CiU; Josu Erkoreka, del PNV, y Paulino Rivero, de CC, reafirmaron su posición para que no se entendieran mal sus reproches u objeciones posteriores.

¿Por qué el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, decidió ordenar la vuelta de las tropas 48 horas después del debate de investidura sin debate en el Parlamento y sin trabajar en el ámbito internacional por una solución consensuada? Ésta es la pregunta que formuló en alto el portavoz de CC, Paulino Rivero, que lamentó la decisión por sorpresa de Zapatero que, a su juicio, ha impedido "subsanar el error de Las Azores", en alusión a la reunión que mantuvieron Bush, Blair y Aznar antes de atacar Irak.

El portavoz canario hubiese preferido que el presidente del Gobierno hubiera emprendido un trabajo diplomático con el afán de explorar las posibilidades de que Naciones Unidas dictara una resolución consensuada que pusiera en manos de la esta organización los destinos políticos y militares de Irak. Rivero estimó que Zapatero estaba en muy buena posición para hacer un papel relevante en esa organización y en el seno de la UE. En todo caso, ahora hay que mirar hacia delante y hacer ese trabajo por la paz aunque lo primero es recuperar la unidad europea. Rivero lamentó que el Gobierno socialista "no haya agotado todas las posibilidades de obtener una nueva resolución en Naciones Unidas" y confía en que "no sea demasiado tarde". Al menos debería lograrse la convocatoria de un Consejo Europeo extraordinario en el afán de encontrar una posición común.

No quiso el portavoz de CiU, Josep Antoni Duran, comparar en absoluto la oposición rotunda y sin ambages de su grupo a la posición del Gobierno de Aznar sobre Irak, a las objeciones, sobre todo formales, que hace a Zapatero por haber anunciado por sorpresa la vuelta de las tropas. Duran teme que haya interpretaciones "desenfocadas" de la decisión del presidente tanto fuera como dentro de España y eso es lo que el jefe del Ejecutivo debe evitar trabajando en tres ámbitos: La UE, para establecer una política común de seguridad y defensa. Después, desde la propia UE "se debe actuar en Naciones Unidas". Y por último, desde Europa hacia EE UU. "Europa no puede ir contra EE UU ni al revés, ya que ninguno de los dos sería capaz de garantizar la paz".

El apoyo de España a la reconstrucción de Irak fue una demanda del portavoz del PNV, Josu Erkoreka, que compartió con Duran y Rivero algunas de las objeciones a Zapatero. Erkoreka pidió al presidente que "no abandone a Irak a su suerte" y tan pronto se den las condiciones de legalidad España ayude en la reconstrucción de ese país y también no baje la guardia en el combate contra "el terrorismo internacional", sin olvidar atajar algunas de sus causas. "La desigualdad, la injusticia y la marginación", enumeró.