EE UU duda entre la tregua o el asalto en Faluya
El mando de EE UU se debate entre ordenar a los marines que se lancen al asalto contra Faluya o apostar por la frágil tregua en esta localidad sitiada, situada 50 kilómetros al oeste de Bagdad, que se ha convertido en un símbolo tanto para los rebeldes como para los estadounidenses. Ayer fue ampliado de "forma ilimitada" el acuerdo de alto el fuego, según informaron líderes tribales, con la condición de que, a partir del martes, se prohíba llevar armas de fuego y se creen patrullas conjuntas que recorran las calles de esta ciudad de casi medio millón de habitantes. Pero, a pesar de las numerosas treguas decretadas desde que, el pasado 5 de abril, comenzó el asedio de la localidad rebelde, los combates han sido constantes y las bajas, por ambos lados, muy elevadas.
El general John Abizaid, jefe de las tropas de EE UU en Oriente Próximo, visitó Faluya el sábado para evaluar la situación. Según un corresponsal de la BBC empotrado con los marines, los soldados, que han ganado terreno en algunos barrios periféricos, se han estado preparando para un posible asalto, pero el nuevo acuerdo frenó la ofensiva. El diario The New York Times señalaba ayer que el presidente Bush y su equipo de seguridad están perdiendo la paciencia con la situación en Faluya y que se plantean ordenar, a corto plazo, un asalto a pesar de que pueda incendiar, todavía más, la rebelión en Irak. El enviado de la ONU, Lajdar Brahimi, pidió ayer a Washington que "actúe con prudencia" en la ciudad.
La línea de frente recorre en algunos momentos el centro de Faluya, situada en la estratégica carretera que une Bagdad con Ammán y la primera donde se produjeron, hace un año, ataques contra las tropas de EE UU. En la parte rebelde, las pintadas de "El islam vencerá" son numerosas, como los impactos de bala. Los marines, que han tenido cobertura de bombarderos desde que comenzó el sitio, se mueven con prudencia entre edificios en la peor guerra urbana en la que han tenido que combatir desde que comenzó la invasión. "Si los encontramos, los matamos. Cuantos más consigan huir, más tiempo tendremos que quedarnos aquí", explicó el cabo Don Gray.
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