Fontcuberta señala que la situación de la fotografía no se ha normalizado aún

El aluvión de exposiciones de la Primavera Fotográfica aborda a varias bandas la obra de Joan Fontcuberta (Barcelona, 1955), un verdadero ilusionista de la imagen. El autor, premio Nacional de Fotografía en 1998, valora la coincidencia como "una casualidad afortunada", y aunque considera que la situación de la fotografía en España ha mejorado en los últimos tiempos, dice que las condiciones todavía no se han normalizado.

"Es obvio que se ha avanzado mucho", opina Fontcuberta, "pero mientras aquí se recuperaba el tiempo perdido, en otros países se ha avanzado mucho más; siguen existiendo muchas carencias y, a diferencia de lo que muchos piensan, no es como para echar las campanas al vuelo".

Karelia: Milagros & Co, en la Galeria Fòrum de Tarragona (hasta el 15 de mayo); Mazzeri, en el Instituto Francés de Barcelona (hasta el 23 de junio), y próximamente Orogénesis: Dalí, en la barcelonesa galería Senda (del 8 de junio hasta el 30 de julio), son las tres exposiciones que la Primavera Fotográfica presenta de Fontcuberta, en cuyas imágenes lo misterioso y lo sobrenatural son elementos característicos. De la segunda exhibición, Mazzeri, el fotógrafo explica: "Es un proyecto de intersección entre la esfera de lo mágico y la de la documentación etnográfica. En la tradición corsa, los mazzeri son hombres o mujeres que tienen la capacidad para anticipar en sueños la muerte de conocidos suyos, a quienes luego deben avisar. En este caso, yo no he tenido que inventar nada: el equívoco sobre lo real y lo ilusorio me ha llovido del cielo. Las fotografías luego son muy directas, y articulan un relato que apela a aspectos simbólicos de la mitología corsa.

En cuanto a Karelia: Milagros & Co, señala que no es cierto que estuviera en un monasterio en Finlandia para el proyecto. "Hacer creer que residí un año en el monasterio inexistente de Valhamonde forma parte de la trama ficcional del proyecto. La idea tenía un componente novelesco: un lugar donde se daban cursos para aprender a hacer milagros, en el que yo me introducía subrepticiamente para hacer un reportaje y poder desvelar la superchería. Las fotografías debían constituir una especie de catálogo gráfico de una sucesión de nuevos milagros, que realicé con técnicas de fotomontaje".

Del proceso creativo de Orogénesis, Fontcuberta dice que la obra es una serie de paisajes virtuales generados mediante un programa informático de modelización en 3-D con apariencia fotorrealista. "Habitualmente, estos programas se nutren de datos cartográficos, es decir, de mapas. Pero aquí, en cambio, yo engaño al programa, y en vez de un mapa, le suministro otro paisaje, por ejemplo, un cuadro de Dalí. Con lo cual, haciendo un guiño a Dalí, es como si introdujéramos el método crítico-paranoico en el ordenador. Dado que el programa sólo sabe hacer montañas, valles, lagos, nubes, etcétera, le demos lo que le demos, organizará esos datos componiendo un paisaje, por delirante que resulte. Luego amplío ese paisaje con medios fotográficos convencionales". El artista está de acuerdo con la idea de que, si como ha dicho en algún sitio, Borges es un fotógrafo que en lugar de cámara utiliza las palabras, él es un escritor que ha sustituido la pluma por la cámara. "Me gusta considerarme dentro de una tradición de contadores de historias. La diferencia está tal vez en que tras el uso narrativo de la fotografía subyace también una intención de crítica de su apabullante capacidad de convicción, o sea, el hilo argumental da cobertura a un cierto discurso teórico".

Sobre la Primavera Fotográfica, de la que fue cofundador en 1982, Joan Fontcuberta considera: "Se ha dicho que necesita una refundación y Carles Guerra, el director, ha reconocido que la suya es una edición de transición. A estas alturas hay que replantear la naturaleza y los fines del festival, y sobre todo su relación con la Administración. En cualquier caso, la opción salomónica y populista de que todo valga ya no es de recibo; ahora es exigible un enfoque más selectivo y riguroso".