Una biografía de Gil-Albert enfoca al escritor como un maestro indiscutible

Como un maestro indiscutible enfoca al escritor de Alcoi la biografía de Juan Gil-Albert que la Institució Alfons el Magnànim, de la Diputación Provincial de Valencia, presentó ayer en la Fira del Llibre. Su autor, Pedro J. de la Peña, manifestó que el escritor alicantino "era un maestro de maestros y la personalidad más singular e irrepetible que ha existido en la literatura valenciana del siglo XX".

"Azorín, Blasco-Ibáñez y Gabriel Miró protagonizaron la primera mitad del XX; tras ellos, Miguel Hernández tomó el relevo, a quien le sucedió como gran figura Juan Gil-Albert", apuntó De la Peña. El autor de esta biografía del creador de obras como Valentín o Breviarim vitae, de quien este año se conmemora el centenario del nacimiento en Alcoi y los diez años de su fallecimiento en Valencia, trazó tres perfiles de Juan Gil-Albert, como ser humano, como escritor y como poeta.

El perfil humano de Juan Gil-Albert describe a "un hombre de gusto refinado, con gran sentido de la belleza y un sentido innato de la elegancia; un hombre que sabía apreciar y gozar la vida". De la Peña añadió que Gil-Albert es uno de los grandes autores de la literatura española, a caballo entre las generaciones del 27 y del 36, que cumple con maestría la doble función del escritor, "ser testigo de su tiempo y crear un mundo personal que trasciende y alcanza la universalidad".

Fue "un poeta sensible de gran capacidad expresiva, muy por encima de la gran mayoría de autores del exilio español, que le convierte en una personalidad excepcional en la literatura del siglo XX y en el maestro indiscutible de los escritores valencianos de la segunda mitad del siglo XX", agregó De la Peña. Gil-Albert vivió experiencias difíciles, una guerra, un exilio en México y Argentina de ocho años y una posguerra durísima, explicó el autor de su biografía, "pero ello no fue obstáculo para que desarrollara una personalidad lúcida, simpática, atractiva y muy vitalista". Entre la extensa obra de Gil-Albert, destacó Las Ilusiones, en poesía, "porque es un libro del exilio sin rencor, es un canto a la vida y a la naturaleza". En prosa, De la Peña se refirió a su Crónica General, "un testimonio que refleja muy bien la vida valenciana y española del autor".

Exilio, silencio y éxito

Pedro J. de la Peña también comentó que la Biografía de Gil-Albert es un homenaje a un maestro indiscutible. Partiendo de su nacimiento, en Alcoi, en 1904, atendiendo a sus estudios en Valencia, sus viajes al extranjero y su compromiso político, la obra aborda la etapa bélica y el exilio americano, así como su amistad con Octavio Paz. A su regreso a España, su obra fue silenciada durante los años del franquismo. El éxito vendría a partir de 1974, con la caída de la dictadura. La producción literaria de los últimos años de su vida pasó más inadvertida, "pero vamos a recuperarla", aseguró De la Peña.

Por otra parte, el escritor valenciano Rafael Ballester Añón presentó también en el marco de la Fira del Llibre de València su estudio La generación valenciana del 36. Antología, un análisis sobre "la generación de nuestros padres, de nuestra infancia, la generación de unos jóvenes que conocieron una prometedora pero inestable República, luego una Guerra Civil y finalmente una larga y dramática posguerra en un Estado autoritario". Editado por la Institució Alfons el Magnànim, el estudio selecciona autores como Miquel Adlert, Adolfo de Azcárraga, Juan Bautista Bertrán, Xavier Casp, Beatriu Civera, Martín Domínguez, Rafael Ferreres, Alejandro Gaos, Felipe Garín, Juan Gil-Albert, Antonio Igual Úbeda, Matilde Lloria, José Ombuena, Pascual Pla y Beltrán, Manuel Sanchis Guarner, Miguel Signes y Enric Valor.