Agresión y renacimiento
Alice Sebold (Wisconsin, 1963) es la autora de Desde mi cielo, una novela que tuvo un éxito rotundo en Estados Unidos y que, cuando se publicó en España en 2001, mereció muy buenas críticas. Su debú literario fue, sin embargo, este libro-testimonio que ahora recupera Mondadori: Afortunada, el relato autobiográfico de la violación que sufrió a los 18 años en el campus de la universidad donde estudiaba. Desde la primera línea ("en el túnel donde me violaron..."), Sebold entra en materia y a partir de entonces nada de lo que narra deja indiferente al lector. Que sea así no es sólo debido a su condición de víctima de un acto de violencia tan execrable como una violación sino, sobre todo, a que Sebold domina los rudimentos de la escritura y conoce la forma de sacar partido a su historia. Por medio de un estilo sencillo consigue expresar lo inexpresable: por supuesto la humillación que la agresión entraña para la víctima, sus mecanismos de defensa mientras ésta tiene lugar o su incomprensible sentimiento de culpa, pero también el "hueco" que abre en su mente, la separación que establecerá entre el antes y el después, o entre ella y los que nunca han sufrido lo mismo, su lucha posterior por recuperar la normalidad, la conciencia de peligro con la que ya siempre habrá de vivir y ese desdichado muro de tabú que, desde los policías y médicos que en primera instancia la atienden hasta su propia familia y amigos, erigirán en torno a ella y su experiencia. En ese sentido caben muy pocos reproches que hacerle. Ninguno, en realidad. Delimita el objeto de su narración, el cual, antes que la violación en sí, es su propia maduración a partir de ese hecho, trazando un retrato de su vida personal y familiar que permite observar sus consecuencias desde diversos ángulos; dosifica la tensión dramática sin caer en lo superfluo ni en lo efectista ni en lo sensiblero ni en lo escabroso; y, además, se permite el lujo de crear un impecable suspense a partir de su decisiva contribución a la detención del violador y al juicio en el que éste será sentenciado a la máxima pena prevista. Es sólo en las últimas páginas, las que reserva para la superación definitiva del trauma, donde el relato languidece arrojando una tenue sombra sobre el conjunto. Tras haber descrito antes su proceso de recuperación hasta que abandona la universidad, da cuenta en ellas de cómo el eco de su trágica experiencia se prolongó aún quince años y de cómo sucedió el quiebro interior que le permitió aceptarse. El problema es que describe el cambio como si fuera producto de una revelación casi mágica. Al leer un libro sobre estrés postraumático se identifica con los síntomas y comprende que su vida en cierto modo errática, sus impulsos autodestructivos, su coqueteo con las drogas y su promiscuidad sentimental han obedecido a esa causa. Lo comprende y por fin los deja atrás, pero este renacimiento no se explica, no se muestra.
AFORTUNADA
Alice Sebold
Traducción de Aurora Echevarría
Mondadori. Barcelona, 2004
304 páginas. 16,50 euros
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