Un dirigente episcopal vincula el divorcio con la violencia doméstica
La Iglesia ve al PSOE como una amenaza a la familia y pide energía al PP
Los obispos recordaron ayer al nuevo Gobierno la doctrina católica sobre la familia, la homosexualidad y el aborto, y reiteraron su teoría de que el divorcio y las separaciones no resuelven el dramático problema de la violencia machista. Un ejecutivo de la Subcomisión Episcopal de Familia y Vida tachó de "tristísimo y gravísimo" que el Ejecutivo del PSOE quiera facilitar el aborto libre en las 12 primeras semanas de embarazo.
"Detrás de bastantes casos de violencia hay parejas separadas y divorciadas, de manera que la separación y el divorcio no parecen solucionar el problema de los malos tratos", dijo el director del Secretariado de la Subcomisión episcopal de Familia y Vida, Inocente García, en declaraciones a la agencia Servimedia. Los obispos no tienen datos sobre si facilitar el divorcio provoca un aumento en la violencia doméstica ni si el acortamiento de los procesos de separación y divorcio vaya a producir incremento de malos tratos. Pero, según Inocente García, tras un divorcio, la mayoría de las veces las sentencias judiciales establecen que sea la mujer quien se quede con los hijos y con la casa, y "el marido se queda en la calle y no lo acepta".
García dijo estar de acuerdo con algunas organizaciones que proponen que los padres divorciados compartan la custodia de los hijos, "porque contribuiría a que los hijos no fueran un arma de unos contra otros, y evitaría el que muchas veces se llegue a estos casos de violencia doméstica". "Toda la situación de dolor y de sufrimiento que están provocando los divorcios no se solucionan con facilitarlo más todavía, sino con ayudar a la familia a cumplir ese sueño del día que se casaron, que es el de ser felices juntos", recalcó el directivo de la Subcomisión de Familia y Vida en la Conferencia Episcopal. "Lo que necesita la familia en los momentos de dificultad o crisis son equipos de psicólogos y abogados para superar esos momentos y recuperar el sueño que les llevó al matrimonio y a hacer una vida juntos", añadió.
"Tristísimo y gravísimo
La intención del Ejecutivo que preside José Luis Rodríguez Zapatero de agilizar los procesos de divorcio es tan "grave" y "triste" como la que ha realizado para facilitar el aborto o la de equiparar las parejas de homosexuales al matrimonio, según este dirigente episcopal, que tachó de "tristísimo y gravísimo" que el Gobierno quiera facilitar el aborto libre en las 12 primeras semanas de embarazo. Esa propuesta "es para matar una vida débil e indefensa", dijo.
También calificó de "triste" que la única solución que aporte la Administración a una joven embarazada sea el aborto, y que no existan ayudas para que esas mujeres sean madres. A renglón seguido, recordó que existen organizaciones religiosas y pro vida que ayudan a mujeres embarazadas con dificultades. "Estas mujeres son unas auténticas heroínas", sentenció el eclesiástico.
Inocente García también le dijo al Gobierno que las parejas homosexuales "nunca pueden ser matrimonio, porque matrimonio es la unión estable de un hombre y una mujer, abiertos a la procreación". Las parejas de dos hombres o dos mujeres, añadió, "nunca pueden ser una unión fecunda y, por lo tanto, nunca podrán ser un matrimonio". A su juicio, el Gobierno puede hacer alguna regulación de este tipo de convivencias, "pero nunca debe equiparar una unión de homosexuales al matrimonio y a la familia, porque sería otra forma de maltratar a la familia".
El directivo de la Conferencia Episcopal lamentó que "la familia sea la perdedora por todos estos caminos que propone el PSOE" y pidió al PP que "tenga una postura clara" en estas cuestiones.
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