Cine en el museo
Vaya por delante mi gratitud a la Cinemateca del Museo de Bellas Artes de Bilbao por ofrecer a todos los vizcaínos la oportunidad de disfrutar de los clásicos en pantalla grande. Sin embargo, en la última etapa iniciada en 2001 con la nueva sala de proyección, he soportado ciertas situaciones que han hecho replantearme el volver a pagar 2,20 euros por ver una película.
Recuerdo haber padecido los correteos de un querubín de seis años por el pasillo mientras su madre veía Amanecer. Recuerdo haber visionado Barry Lindon con una calidad pésima, pues no se proyectó en celuloide, sino en vídeo y sin avisar a los espectadores. Recuerdo haber preguntado a alguna azafata si la película era en VOSE (versión original con subtítulos en español) y no saber qué responderme. No recuerdo haber pagado nunca un euro por el folleto del ciclo correspondiente y últimamente se cobra.
Lo último, gota que rebosa mi paciencia: me cuentan que Cube, película de 1997, se exhibió con una lamentable banda sonora. Me gustaría que al pagar 2,20 euros por ver cine antiguo y no tan antiguo y a menudo de calidad tuviera un mejor trato y consideración de los responsables que proyectan las copias. Si no se dispone de una copia en un estado aceptable, lo mejor es no incluirla en el ciclo, sobre todo por el bien de los cinéfilos que acuden al Museo tan ilusionados como yo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.