España, "totalmente dispuesta" a incrementar el esfuerzo en Afganistán

España va a incrementar, sin lugar a dudas, el tamaño del pequeño contingente, de menos de 200 soldados, que tiene en Afganistán. Miguel Ángel Moratinos lo dejó ayer claro, cuando dijo que España y EE UU "coinciden totalmente en el mismo espíritu de incrementar el esfuerzo en dicho país".

No obstante, Moratinos evitó en todo momento confirmar que el asunto hubiera sido objeto de su conversación con el secretario de Estado Colin Powell. "Hemos hecho comentarios para ver dónde se podría contribuir, pero no se ha hablado de compensaciones ni se ha entrado en cuestiones de detalle. No se ha dicho ni cuántos soldados ni cuándo serían necesarios", añadió el ministro, tras reiterar el pleno compromiso del Gobierno español de seguir enviando tropas en misiones que cuenten con la cobertura de la ONU.

El interés de Estados Unidos por reducir su presencia en Afganistán y transferir a la UE las tareas militares que la mayoría de los países europeos no han querido asumir en Irak es bien conocido, y caben pocas dudas de que Powell se hizo eco ayer de ese asunto en su entrevista con Moratinos. También es notoria la disposición del Gobierno a incrementar la presencia de sus tropas en Afganistán, donde las operaciones han sido legitimadas por la ONU y la OTAN, porque dicha voluntad ha sido expresada tanto por el ministro de Defensa como por el de Exteriores. Pero el Ejecutivo trata de evitar que ese incremento, previsto de antemano para cuando el Eurocuerpo, el proyecto de fuerza europea en el que participa España, asuma el mando en el territorio afgano, hacia el próximo verano, sea interpretado como una contrapartida a Washington por la retirada de Irak. Ello explica la discreción de Moratinos, que aseguró que en cualquier caso no habrá trasvase de estas tropas al país que fue refugio de Bin Laden. "Las tropas volverán a casa, y luego se verá qué se hace con ellas".

Oriente Próximo

Otro gran tema abordado por los dos interlocutores fue el conflicto de Oriente Próximo, y también ahí el ministro demostró una cierta sintonía con el Gobierno de Washington, que acaba de dar el espaldarazo a la política unilateral del primer ministro israelí, Ariel Sharon.

Lejos de los que señalan que ese gesto representa poco menos que la puntilla para el proceso de paz en la región, Moratinos dio pruebas de optimismo. "Las nuevas dinámicas anunciadas por Sharon representan una oportunidad", dijo. "Por supuesto que Europa, y España especialmente, se preocupan por las fronteras (que Sharon quiere modificar, al negarse a abandonar los asentamientos hebreos en Cisjordania). Para nosotros, las fronteras de Israel deben ser las anteriores a la guerra de 1967, pero no estamos en la fase final de la negociación y, de momento, lo positivo es que los israelíes van a desocupar una buena parte del territorio de Gaza, aunque lo hagan unilateralmente".