La ciudad fronteriza de Tijuana acoge un gran foro de creación y pensamiento

El presidente Vicente Fox inauguró el martes en la fronteriza Tijuana el mayor foro cultural al aire libre de México: Tijuana, la tercera nación. La exposición, en la que más de 30 artistas plasman su obra a lo largo de dos kilómetros y medio del muro que marca la línea divisoria entre México y Estados Unidos, abrió un programa, que incluye el concierto Over the border, que podrá ser seguido desde los dos países. Hasta el día 15 de julio se sucederán los debates y conferencias sobre artes plásticas, cine, música, literatura y pensamiento. "Tijuana creó una nueva sociología", resumió Eugenio Elorduy, gobernador de Baja California.

La Tercera Nación es el resultado de la progresiva fusión cultural entre los dos lados, el mexicano y el norteamericano, de la ciudad más visitada del mundo. Algunas de sus expresiones viajarán al Fòrum de Barcelona. El cruce de personas entre San Diego (EE UU) y la vertiginosa Tijuana, con más de dos millones de habitantes, alcanzó la cifra de 92.271.711, con un promedio de 252.799 diarios. Los cruces e identidades de los 2.501 muertos durante su intento por alcanzar el sueño americano jalonan el muro de Tijuana, la principal capital de una frontera común de 3.200 kilómetros. La absorción de identidades diversas, mexicanas, chicanas y estadounidenses, determinó el nacimiento de una propia, vitalista y dinámica.

El ambicioso festival reunirá a los escritores Carlos Fuentes, autor de La frontera de cristal; Carlos Monsiváis, Laura Restrepo y Susan Sontag, entre otros; a cineastas y actores de películas que abordaron las turbulencias fronterizas. El director de Traffic, Steven Soderbergh, y los actores principales de la película, Benicio del Toro y Michael Douglas, y el cineasta Quentin Tarantino son esperados en el foro. También, el académico de Harvard Samuel Huntington, polémico autor de El desafío hispano. Los músicos Carlos Santana, Paco de Lucía, Tigres del Norte, Julieta Venegas y Colectivo Nortec, y otras bandas y solistas participarán en el masivo concierto del día 26 de junio. Las artes plásticas agruparán a 31 artistas, entre ellos la española Mónica Roibal, que el martes guió al presidente Fox y su esposa, Marta Sahagún, en la explicación de su muestra El corazón sobre el

asfalto, expuesta en el Centro Cultural Tijuana.

"En este momento de la historia del mundo en el que la frontera del miedo condiciona la vida más que las fronteras físicas", subrayó Antonio Navalón, presidente del consejo promotor del foro, "es fundamental resaltar el coraje y el valor de una ciudadanía que a través de la convivencia diaria y la creación artística nos da un ejemplo de esperanza". El arte trascendió el muro de la vergüenza. "En un momento en que emergen las fronteras de nuevo, en un momento en que las sociedades tienen el desafío de la integración multicultural y racial", agregó Navalón, "el ejemplo de Tijuana es digno de ser considerado y estudiado en otras partes como una relación creadora". El festival es patrocinado por los poderes públicos mexicanos y la iniciativa privada, entre la que se encuentran las empresas Santillana y Telefónica.

Durante su recorrido desde el aeropuerto de Tijuana al canal del río capitalino, el presidente Fox pudo observar la exposición colectiva instalada, sobre lonas de dos metros de alto, en dos kilómetros y medio de muro fronterizo. Diseñadores gráficos, fotógrafos, pintores y artistas locales volcaron su obra sobre la simbólica línea divisoria entre México y Estados Unidos. Los taludes del río Tijuana fueron asimismo sitial de otra exposición. Un total de 700 metros de cada pared fueron cubiertos con lonas especiales: cuadros de 13,5 metros de alto de jóvenes saltando el muro hacia el otro lado, planos arquitectónicos, iconos urbanos y una constelación de motivos tijuanenses.

David Piñera Ramírez, investigador del Departamento de Investigaciones Históricas de la Universidad Autónoma de Baja California, recuerda cómo la ranchería indígena atendida por la misión franciscana de San Diego de Alcalá acabó transformándose en la Tijuana del encuentro. "Un acontecimiento cambió radicalmente el ritmo de vida del poblado: en 1920, el puritanismo norteamericano logró que se promulgara la ley seca, prohibiendo la producción y venta de licores en EE UU", señala el historiador.

"Los inversores norteamericanos establecieron aquí bares, casas de juego, fumaderos de opio y burdeles para atraer a clientes de su país; corrió la voz de que en Tijuana podía obtenerse todo lo prohibido y nació la leyenda negra que, injustamente, sigue pesando sobre la ciudad". El foro tratará de demostrar que es falsa y Tijuana se afianza como una versión norteña del México plural y emprendedor.