Casi medio siglo en el recinto de Bilbao
Anticuarios, la feria de antigüedades y almoneda celebrada del 14 al 22 de febrero pasados, fue el último en las instalaciones de la Feria ubicadas junto al campo de San Mamés. Atrás quedaban 48 años de la historia moderna de la institución ferial, porque la celebración de certámenes se remonta mucho más atrás.
Fue en 1882 cuando, por iniciativa del Ayuntamiento de Bilbao, se celebró la primera Exposición Provincial de Vizcaya, que intentaba emular los eventos de Londres, París o Viena. Reunió a 492 expositores que representaban a nueve actividades, desde la fundación o la mecánica hasta la artesanía y la alimentación.
Hasta 1932 no acabó por materializarse la idea de una Feria y ese año se montó la primera Exposición del Motor, Accesorios y Radio. Acudieron 50 expositores a lo que ahora es el patio del instituto Miguel de Unamuno y el evento resultó un éxito: tuvo cerca de 30.000 visitantes. Al año siguiente, se llegó al centenar de expositores y los asistentes rondaron los 50.000. Según el archivo de la Feria de Muestras, el certamen adquirió mayor importancia en 1934 y 1935 y cambió su denominación por la de Exposición de Industria y Comercio.
El certamen inaugural de las instalaciones de San Mamés se celebró en 1956, aunque la primera exposición se remonta a 1882
En 1960, se convocó el primer certamen monográfico de España
Un repaso al archivo de esos años permite acercarse a la forma de vida de la sociedad vizcaína. La exposición de 1933 permite conocer, por ejemplo, que el precio de una bañera alcanzaba las 750 pesetas, un lavabo ascendía a 800 y el espejo se quedaba en las 100 pesetas.
La guerra civil paralizó la actividad expositiva, que no se reanudó hasta 1941 con la denominación que se mantendría a partir de entonces, cambiando el ordinal de la edición. Aquella fue la quinta Feria de Muestras, con cifras ya significativas: 248 expositores y 165.000 visitantes. El certamen prosiguió durante 1942 y 1943, pero volvió a paralizarse con la II Guerra Mundial
y no se reanudó hasta 1956. Ese año fue la fecha clave de la hasta ahora Feria Internacional de Muestras de Bilbao, ya que se inauguraron las nuevas instalaciones en la zona actual, junto al campo de San Mamés. Los 60.000 metros cuadrados, con dos pabellones cubiertos, supusieron un orgullo para la ciudad y sus propietarios: el Ayuntamiento de Bilbao, la Cámara de Comercio, Industria y Navegación y la Diputación de Vizcaya. A ellos se uniría como socio, con la llegada de la democracia, el Gobierno vasco.
"Es a partir de entonces cuando se inicia su época de esplendor y liderazgo en la organización de certámenes de carácter industrial, especialmente en los sectores siderúrgico, naval y de bienes de equipo", destacan los responsables de la Feria.
La segunda fecha clave es 1960, cuando los propietarios plantean una idea completamante novedosa entonces: celebrar el primer certamen monográfico de España, que se dedicó al sector de la máquina-herramienta. "Su éxito fue tal que ya desde la primera edición vimos que el camino emprendido era eficaz", señala un documento elaborado ya en 1974 sobre los antecedentes históricos, evolución y especialización de la Feria de Bilbao.
En los 60 el recinto ferial sólo se abría un mes al año, en agosto, pero ya contaba con un Diario Oficial de la Feria de Muestras de Bilbao, que además de los certámenes informaba sobre acontecimientos locales, como las fiestas de la capital vizcaína, la historia de los nombres de la villa o problemas que hoy siguen sin solución: "Las congestiones automovilísticas están a la orden del día en los alrededores de la Feria".
Aquellos certámenes anuales han pasado a la historia. Ahora se celebran 41 exposiciones monográficas, la mayoría dedicadas a los sectores industriales con mayor peso en Euskadi y España.
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