Ocasión para el compromiso
No hay indicios de que el flamante presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, venga a Andalucía, probablemente esta semana, a la toma de posesión de Manuel Chaves como presidente de la Junta, con el cheque para pagar la deuda de los 2500 millones de euros que mantiene la Administración central con esta comunidad. Se estima que el político leonés podría estar presente en ese acto que se celebraría el sábado, con lo que trataría, de esta forma, de visualizar el compromiso que tiene asumido con esta tierra y con el mismo Chaves.
Para entonces ya se habrá superado el plazo de 48 horas que una muy exigente vicepresidenta del PP andaluz, Teófila Martínez, había dado al PSOE para que desembolse un dinero que los populares venían escamoteando a los andaluces desde hace años. Si bien Zapatero puede que baje de vacío en esta ocasión, tal vez sea la oportunidad ideal para que se concrete cuándo y de qué forma se va a cerrar, de una vez por todas, este vergonzoso episodio del maltrato que han venido dando los anteriores gobernantes a Andalucía.
A pesar de ello, el mismo Chaves en su discurso de investidura bien podría sacarnos de dudas al respecto, máxime cuando su intención es realizar una intervención, que a diferencia de ocasiones anteriores, alcance el mayor grado de concreción posible. Lo que sí se puede avanzar al respecto es que han situado en el horizonte de junio, antes de las elecciones europeas, la fecha del calendario de pago de esta importantísima cantidad de dinero. Además, entre las ideas que baraja, está el enfoque novedoso que pretende imprimirle a un Acuerdo de Concertación Social que se aparece, ahora más que nunca, como un instrumento idóneo para los socialistas con el fin de lograr ese objetivo de prestigiar la mayoría absoluta basando su acción de gobierno en el diálogo. Aunque en esta ocasión quieren llevar a la práctica sus deseos de reclamar una mayor corresponsabilidad a los suscriptores del pacto, esto es, no sólo deben dar explicaciones del nivel de cumplimiento del acuerdo la Junta, sino, también, los otros firmantes del mismo, empresarios y sindicatos.
En todo caso, cuando en su momento se llegue a firmar, en la foto no estará ya Julio Ruiz, de Comisiones Obreras, quien tiene previsto incorporarse a la nueva dirección nacional de este sindicato que salga del congreso federal que se celebrará esta semana y en donde será reelegido José María Fidalgo como secretario general. Su marcha de Andalucía se prevé para el mes de mayo, abriendo así ya el melón de su sucesión, en una comunidad en donde el peso de los críticos de la organización no es especialmente significativo.
Pero quizá una de las cosas que más llame la atención del discurso de Chaves sea su apuesta por la llamada "calidad democrática", planteando un paquete de medidas con las que profundizar en la acción de gobierno y en la participación ciudadana, y cuyas principales características ya avanzó, incluso, durante la campaña electoral. Así que todo listo para el inicio de una nueva legislatura, con un presidente de la Junta que parece que tiene más que perfilado su nuevo gobierno. Igualmente, también aquí hay diferencias con respecto a lo que sucedía anteriormente. No habrá prisas de última hora y su almohada ha sido lo suficientemente diligente en el particular proceso de consultas que le realiza Chaves hasta el punto de que a estas alturas ya tiene su gobierno, por supuesto que paritario. En él destacará la consejería encargada de aplicar las políticas de Igualdad de la Mujer, llevando, de esta forma, al máximo rango posible el discurso establecido en esta materia así como la que tendrá la misión de desarrollar y aplicar el proceso de la Segunda Modernización de Andalucía.
En cambio, las prisas van con los populares que quieren, cuanto antes, quitarse de encima la "gomina" que hasta ahora les ha impedido proyectar una imagen más cercana a la ciudadanía. Tienen que empezar por lo más práctico, esto es, consolidar el futuro de su nuevo secretario general, Juan Ignacio Zoido, quien puede encontrar en un puesto en el Consejo de Administración de la RTVA el cargo que le permita seguir disfrutando de su excedencia como juez.
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