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Arsuaga lamenta la mala nutrición actual a pesar de la variedad de alimentos

El codirector del yacimiento paleontológico de Atapuerca, Juan Luis Arsuaga, destacó ayer en Sevilla la "paradoja" que supone que la humanidad sufra problemas por mala alimentación, como la obesidad, cuando nunca como ahora ha disfrutado de tanta variedad de alimentos.

Arsuaga señaló que la facilidad actual para conseguir casi cualquier alimento en cualquier época del año no ha mejorado la alimentación humana, sino que se ha traducido en problemas como el sobrepeso: "Es toda una epidemia, difícil de resolver y que va a más". "Ahora tenemos grandes posibilidades de alimentarnos mejor que nunca y es increíble que estemos desaprovechando esa oportunidad", apostilló este antropólogo, que inauguró ayer el 74º Congreso de la Sociedad Europea de Arteriosclerosis, al que asisten más de 2.500 especialistas y que se celebra en Sevilla hasta el martes 20.

El antropólogo recordó que los homínidos se alimentaban igual que los chimpancés, de frutos, y lamentó que, tras siglos de evolución, el hombre haya acabado siendo un cazador y recolector "de supermercado". "Nunca en la historia de la humanidad hemos podido alimentarnos mejor y nunca nos hemos alimentado peor como ahora", sentenció.

Además, censuró "el despilfarro" medioambiental que conlleva el actual exceso de consumo de proteínas animales, de las que una persona sólo necesitaría ingerir un gramo por kilo de peso al día -dos lonchas de jamón, por ejemplo- y enfatizó: "Todo eso no se metaboliza y son proteínas que se van a la orina, todo un despilfarro".

En cada salto de nivel de la cadena trófica, explicó, se pierde un 90% de la energía consumida y puso como ejemplo "los campos de fútbol" de cultivo que se necesitan para criar una vaca, desmesurados en comparación con los nutrientes que aporta al hombre. "Consumimos un exceso de carne, por placer, y eso supone una presión insostenible sobre el medio ambiente", añadió. Este antropólogo criticó la imposición de dietas que "no sean realistas" y opinó que "lo saludable no tiene que ser incompatible con el placer" porque "no hay que hacer una cruzada de los hábitos saludables".

"El hábito de hacer 200 flexiones diarias no es fácil que se extienda entre la población, mientras que una tarta, que está repleta de glúcidos y de grasas, nos parece irresistible", explicó. Arsuaga señaló que el hombre, como los demás animales, afronta "superestímulos" por productos como los glúcidos, pero al haber logrado refinar el azúcar llega al extremo de concentrar en una cucharita de este producto el equivalente a diez kilos de arándanos, "algo para lo que, a lo mejor, nuestro organismo no está preparado". ""La alimentación ha marcado por completo la evolución del hombre biológica y culturalmente", destacó.

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