Djalminha lleva a juicio al Deportivo por una deuda fiscal

El centrocampista brasileño Djalminha ha demandado a su club, el Deportivo, para que se haga cargo de una deuda que mantiene el jugador con Hacienda y que le ha acarreado el embargo de algunos de sus bienes. El futbolista alega que sus impagos al fisco se originaron por la quiebra de una empresa de intermediación que era la encargada de sufragarle su sueldo y a la que Djalminha recurrió por indicaciones del club. La vista oral del juicio se celebrará el próximo día 27 en el juzgado de lo social número 4 de A Coruña.

La deuda de Djalminha con Hacienda se cifra en torno al millón de euros y ha colocado al futbolista en una difícil situación personal. El pasado verano, inspectores de la Agencia Tributaria llegaron a presentarse en su casa para precintarle un automóvil. Los problemas fiscales y su mal momento deportivo sumieron al futbolista en una depresión que le tuvo varias semanas de baja al comienzo de la actual campaña.

El conflicto se originó tras la quiebra de la empresa Tecnostar, fundada por el fallecido intermediario futbolístico Fernando Torcal y que era la encargada de pagar parte de su sueldo al futbolista y de liquidar sus obligaciones fiscales. La sociedad quebró sin haber abonado a la Agencia Tributaria los impuestos correspondientes a los ingresos del jugador. Djalminha nunca ha polemizado públicamente con el club por este asunto, pero, tras reiterados intentos de que el Deportivo se hiciese cargo de la deuda, ha decidido recurrir a la vía judicial.

Pese a la embarazosa situación que se ha generado en torno al futbolista y a que apenas ha contado este año para su entrenador, Javier Irureta, lo cierto es que el impulsivo Djalminha no ha provocado un sólo conflicto en todo el curso. Irureta incluso lo premió, la pasada semana, sacándolo al campo en los minutos finales del choque contra el Milan para que participase de la gesta de todo el equipo. El largo historial de fricciones entre el jugador y su técnico había culminado, hace casi dos años, en un amago de agresión a Irureta durante un entrenamiento. Tras ese incidente, el futbolista pasó una amarga campaña cedido al Austria de Viena, y este verano se quedó en el Deportivo ante la ausencia de ofertas de interés para el club.