La comisión del 11-S investiga los errores del FBI
La comisión independiente que investiga el 11-S tratará de entender esta semana por qué el FBI fue incapaz de detectar la trama de los atentados a pesar de que había 70 investigaciones en marcha sobre posibles actividades de Al Qaeda dentro de EE UU. Ante la comisión se sentarán hoy y mañana las tres personas que han dirigido la agencia en la última década. Comparecen también los responsables del Departamento de Justicia y el Director de la CIA. La Casa Blanca insiste en que nada anticipaba la preparación de los atentados, pero varios políticos demócratas -y alguno republicano- empiezan a sugerir que el presidente actuó con parsimonia en las semanas anteriores a la tragedia.
Cuando comiencen hoy las dos jornadas de comparecencias públicas ante la comisión del 11-S, la lista de espera incluirá al responsable actual del Departamento de Justicia, John Ashcroft, su antecesora en el cargo, Janet Reno, el director actual y los ex directores del FBI Robert Mueller, Thomas Pickard y Louis Freeh, y el director de la CIA, George Tenet, nombrado por Bill Clinton y mantenido en el cargo por George W. Bush.
Según el presidente de la comisión, Thomas Kean, ex gobernador republicano de Nueva Jersey, las sesiones se van a centrar en cuatro preguntas: "¿Cómo estaba estructurado nuestro Gobierno antes del 11-S para hacer frente a la amenaza terrorista dentro de EE UU? ¿Cómo era esa amenaza en el año 2001 y cuál fue la respuesta del Gobierno? ¿Cómo respondieron los servicios de inteligencia a esa amenaza? ¿Qué reformas se han adoptado desde el 11-S para responder a la amenaza terrorista dentro de EE UU, y qué han conseguido esas reformas?", dijo en la CNN.
Aunque los miembros republicanos de la comisión parecen aceptar la teoría exculpatoria de la Casa Blanca según la cual no había razones para la alarma en el verano de 2001, los demócratas empiezan a endurecer su opinión una vez que se ha desclasificado el informe que Bush recibió el 6 de agosto de ese año. El documento detalla la intención de Bin Laden de atentar dentro de EE UU y menciona posibles tramas para el secuestro de aviones.
Según Richard Ben-Veniste, uno de los demócratas en la comisión, en los "despachos de arriba" debería haberse impulsado inmediatamente una reunión al más alto nivel con los responsables de las distintas agencias de investigación. Fuera de la comisión, el senador republicano John McCain se preguntó: "¿Debería haber encendido ese informe una luz de alarma? Con la perspectiva del tiempo, creo que sí". Su colega republicano Bill Nelson fue más contundente: "Si recibes un informe que se titula Bin Laden determinado a atentar dentro de EE UU y que da detalles específicos, uno piensa que debería haber provocado una alerta, que se debería haber movilizado al FBI".
Freeh ya se defendió ayer en un artículo publicado en The Wall Street Journal en el que venía a justificar la falta de acción en la ausencia de la "mentalidad de guerra contra el terrorismo" que ahora existe. Pickard, que estaba provisionalmente al cargo de la agencia ese verano, va a defenderse con el argumento de que alertó expresamente a las 56 oficinas locales del FBI para que estuvieran atentas ante posibles movimientos de individuos vinculados a Al Qaeda.
Según publicó ayer la revista Newsweek, el fiscal general, John Ashcroft, también deberá explicar las razones de su desinterés por las investigaciones antes de los atentados. Ashcroft había cancelado las reuniones diarias con los responsables del FBI que le facilitaban los datos sobre investigaciones en marcha. "Estas reuniones son como una telenovela. Con que la veas una vez a la semana te vale para ponerte al día", comentó.
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