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Las bodas civiles aumentan en Euskadi un 43% en doce años

En el País Vasco se celebran cinco matrimonios por cada mil habitantes

Las bodas civiles siguen subiendo en Euskadi hasta el punto de que esta comunidad es proporcionalmente, junto con Asturias, la que más enlaces de este tipo celebra anualmente en España. Desde 1991 hasta 2001, los matrimonios civiles han crecido un 43%, hasta suponer el 32,2% del total de los oficiados cada año en el País Vasco. Los datos cerrados del Instituto Vasco de Estadística-Eustat sólo llegan hasta 2001, cuando se contabilizaron 3.427 enlaces por lo civil. En 2002 fueron 3.548, pero faltan por sumar las bodas de residentes celebradas fuera de Euskadi.

A lo largo de toda la década de los 90 se aprecia en el País Vasco esta tendencia al alza en los matrimonios por la vía civil. Han pasado del 23,3% registrado en 1990, al 32,2% actual. El sociólogo y uno de los responsables de esta estadística en el Eustat, Martín González, explica que esta progresión es habitual, teniendo en cuenta la secularización de los comportamientos sociales y el hecho de que que el componente religioso es cada vez menor. En este contexto, resulta curioso comprobar como las comunidades históricamente gobernadas por el PSOE, como Andalucía, Extremadura o Castilla-La Mancha son, sin embargo, las que presentan el porcentaje más bajo de enlaces civiles.

Para González, lo más significativo es que los vascos siguen casándose, ya sea por lo civil o por lo religioso. Sus estadísticas quedan así muy lejos de los porcentajes de parejas de hecho que se registran en otros países de la Unión Europea, como en la vecina Francia, donde se acerca al 50%. En Euskadi, sin embargo, el porcentaje de parejas de hecho apenas alcanza el 5% del total, en sintonía con lo que ocurre en el resto del territorio nacional.

"La influencia religiosa es cada vez menor, pero el caso es que los ciudadanos tratan de legalizar su relación de pareja o atenerse a una forma de sancionar esa unión", explica el sociólogo. "Sea por tradición o por conveniencia, la gente tiende a casarse, a diferencia de lo que ocurre en algunos países europeos", continúa.

Por territorios, es en Guipúzcoa donde mayor número de bodas civiles se celebran anualmente (el 35% del total), seguida de Álava (32,7%) y Vizcaya (32,3%). La pujanza de estos enlaces también es más significativa en unas ciudades que en otras, según los datos del Eustat. Por ejemplo, el 45% de las 996 bodas celebradas el último año en Vitoria fue civil, una cifra sin precedentes en la capital alavesa.

Una media baja

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A pesar del tirón de este tipo de bodas, la nupcialidad vasca -incluidos tanto los enlaces civiles como los religiosos- es una de las más bajas de toda España, con una media que no llega a los cinco matrimonios por cada mil habitantes. En concreto, en 2001 se registraron 10.592 enlaces y en 2002 llegaron hasta los 9.867, aunque faltan aún por añadir a las estadísticas aquellas bodas que se celebraron fuera de Euskadi entre ciudadanos residentes en esta comunidad.

Si en los últimos años se ha constatado que las mujeres tienen sus primeros hijos cada vez con más años, algo parecido sucede con la edad de las personas que contraen matrimonio. En el año 2002, la edad media de los hombres solteros que se casaron fue de 32,5 años y de 30,2, la de las mujeres solteras. Desde 1986, la edad media de los esposos no ha dejado de crecer. Entre 2001 y 2002 se produjo el salto más importante, al pasar de los 31,3 de media para los hombres a 32,5 en 2002. En el caso de las mujeres, el crecimiento fue muy parecido: de 29,3 a 30,2. Casi un año de más, tanto en el caso de los hombres como en el de las mujeres vascas. En el caso de los matrimonios civiles, las edades medias suben más aún, ya que en algunos de los casos los contrayentes son divorciados. Así, los hombres que se casan por la vía civil tienen una edad media de 35,3 años y las mujeres de 32,5.

Como curiosidad, el Instituto Vasco de Estadística apunta el dato de que entre las mujeres que se casan, tanto por la vía civil como por la religiosa, predominan las que se dedican a actividades profesionales (un 21,7% del total). Les siguen aquellas que desempeñan labores administrativas (11,8%); las que trabajan como personal de servicios (8,4%) y las que se hacen cargo de las labores del hogar (6,2%).

En cuanto a los hombres que se casan, sobresalen los que se declaran trabajadores de la producción (un 28,3% del total), seguidos de los profesionales (18%).

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